El día que te conocí

❀~Capítulo 6 - Torre Eiffel~✿

- camine con calma mientras recorría las ciudades de París, me tomé muchas fotos ya que me fascina tener fotos como recuerdos, no tan lejos de mi observé a una señora a la cual me acerque a ayudarle ya que se había caído.

ꕥ  Se encuentra bien madame?

- pregunto mientras la ayudo a levantarse a la señora quien asiente y me agradece por el gesto.

No es necesario que me agradezcas, estoy para servirle

- le regale una cálida sonrisa mientras tomo su maleta.

Permítame ayudarle, y claro también permítame invitarle algo de comer

⚘  Hay hija, muchas gracias pero no es necesario que hagas eso

- le sonrió cálidamente a la chica mientras me niego a lo que dice.

ꕥ  Insisto, por favor permítame madame

- sonrió cálidamente mientras veo a la señora aceptar mi invitación, sin más la llevo a un buen restaurante, ambas platicamos como si nos conociéramos de años aún que claro le hable con su debido respeto a la señora, al hablar con la señora pude sentir me en paz y en confianza, le hable de mi aún que omití ciertas cosas de mi pasado y a lo que me dedicaba, ella me habló de su hijo y entre otras cosas, hasta que cierta pregunta congelo mi sangre, pensé en que decirle en su momento dude en contarle mi pasado.. pero esa sonrisa cálida y maternal hizo que le contara mi pasado, sus manos tomaron las mías noté su mirada triste y sonreí cálidamente.

No tiene por qué disculparse, he aprendido a lidiar con mi pasado puedo decirle que ahora estoy en paz a pesar de lo que sucedió y ahora soy más fuerte que antes

- la mirada cristalina de la señora me rompió el corazón, me acerque a abrazarla mientras acariciaba su cabello, de cierta manera me recordaba a mi madre sin embargo no dije nada y disfrute del abrazo para luego limpiar sus ojos. En cuanto el mozo trajo nuestra orden ambas nos dispusimos a comer y hablar de otro tema, escuche alegré lo que me decía de su hijo eso me daba algo se risa ya que sentía que le estaba buscando pareja.

- cuando ambas terminamos de comer me dispuse a pagar la cuenta y a dejarle propina al mozo, acompañe a la señora a dónde se hospeda ya que de pura casualidad ambas nos hospedamos en el mismo hotel y ella es mi vecina por así decirlo, no dude en invitarla a recorrer París, me sentí tan feliz que haya aceptado el acompañarme, así no disfrutaría sola el viaje, ahora estaría acompañada con alguien y podría escuchar de sus anécdotas e historias.