Ángel (Oneshot) [ESPECIAL]

Ángel.

Narra Marinette:

Era de noche, mis padres dormían, y yo no tenía sueño.

Hace días que he dejado de pensar en Adrien. Si... deje mi obsesión por él, pues solo soy una amiga para él.

Salí a mi balcón, y me recarge en el barandal.

El viento helado rozaba mi cuerpo, temblaba de frío... debí ponerme algo más que un simple sujetador y un short.

Escuché un ruido y una maceta romperse. Mis padres me matarán por eso.

Me di vuelta y ahí estaba aquel minino de ojos verdes esmeralda, mirándome con las orejas bajas.

¿Porque debía ser tan guapo?

Me acerqué y lo mire.

Lo siento *dijo arrepentido*

No importa, lo arreglaré mañana *dije tratando de hacer que se sintiera mejor*

No, yo... yo lo arreglaré *dijo aún con sus orejas bajas*

Ambos lo haremos, tranquilo *dije acariciando su cabello, causando que soltará un ronroneo*

Me sonroje ante tal acto, pero seguí acariciando su cabeza.

El se dejó llevar hasta que cayó encima mío.

¡Cat! *dije sonrojada*

L-lo siento prrrrincesa *dijo el levantándose y tendiendo su mano para ayudarme*

Gracias *dije levantándome aún sonrojada*

Ambos nos miramos, me perdí en sus bellos ojos esmeraldas, y en esos labios color durazno.

Narra Cat Noir:

Me perdí en esos ojos azules, tan brillantes, y en esos labios rosados. Miré toda facción en Marinette, era hermosa.

Su pelo suelto se movía con el viento haciéndola lucir mil veces más hermosa.

Me preguntó como fui tan ciego.

Aparte cuidadosamente un mechón de pelo que cubría su rostro y sonreí sinceramente.

La vi sonrojar, que belleza, quisiera causarle eso siempre.

Narra Marinette:

Cat Noir aparto un mechón de pelo de mi rostro, pero su contacto me hizo sonrojar.

El sonrió, y mi sonrojo aumento más, sin embargo me contagio la sonrisa.

Y-y que te trae por aquí *mencione aún sonrojada*

Quería verte *dijo él*

¿A mi? *me emocione y contuve las ganas de gritar*

Si, a ti prrrrincesa*dijo el con una sonrisa mostrando los dientes*

*Me sonroje más y sonreí* gracias

No es nada princesa *dijo sentándose en el barandal*

Me preguntó como no le aterra caerse desde tan alta altura.

El no dijo nada, y solo miro al cielo. La luz de la luna resaltaba sus rasgos físicos, y el brillo de sus ojos verdes.

Una sonrisa se escapó de mis labios, seguida de un suspiró.

El felino me miró confundido, hasta que me acerqué.