Relatos macabros para asesinos y gente rara©

El Jardin de mi madre

Mis amigos ya no vienen a mi casa, eso me pone demasiado triste, si me lo preguntan, lo peor de todo es que mi madre tampoco tiene tiempo de jugar conmigo, ella se sienta todo el día en su gran jardín a enterrar plantas, una tras otra, una tras otra, creo que es su nuevo pasatiempo, incluso empiezo a considerar que esas plantas son sus nuevos hijos, no se mueven, no hablan y se portan bien, tal vez es eso lo que le gusta a mi madre se sus plantas...

Que son todo lo contrario a mí.

- Hija, ¿podrías dejar de mirarme como una estupida y ayudarme a enterrar a tus amigos?

A vale, no son sus hijos, son mis amigos, ahora lo recuerdo perfectamente, estábamos jugando policías y ladrones, en realidad, no sabía si era policía o ladrón, solo apuñalaba a mis amigos por la escalada, uno por uno, hasta que el último perdió el aliento y cayó por fin muerto al piso...

Mi madre se enojo conmigo y procedió a enterrar a mis amigos en el jardín.

Bueno, si le vemos el lado positivo, por lo menos no me quiere reemplazar...

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