Linda me saludo con un movimiento de mano y se lo devolví con una sonrisa.
Linda trabajaba allí desde hace años, es una mujer un poco mayor pero sabe lo que hace.
—Hola cariño, vienes por lo de la reunión. Ya sabes dónde ir.
—Gracias Linda.
Esta asiente con la cabeza en forma de despedida y vuelve su vista hacia su ordenador.
Me dirijo rápidamente hacia la puerta del despacho de Daxton y doy unos leves golpes al abrir la puerta. Dax no levanta la mirada de sus papeles.
—Siéntate.—dice distraído con la voz mas ronca de lo normal. Si es que eso es posible.
Obedezco y me siento junto a él. Un silencio incómodo llena la sala hasta que el lo rompe.
—Como supiste que hacer el otro día?- sigue sin despegar los ojos de su boli y sus hojas.
—Supongo que era de lógica, siempre hay aquello dejar una evidencia de que fuiste tú quien hizo algo, alguien ajeno a ti que cuente la historia.- dije alzando los hombros como restándole importancia.
Esta vez me miró.
Me pilló por sorpresa, es muy intimidante.
—Bien, hay una misión que me gustaría cumplir lo antes posible y pienso que serías una buena candidata.
—Por su puesto.—hago una pausa para que siga hablando.
—El objetivo, Nathaniel Lester, sobrino de Kai, nombre real Aaron Harvest, huérfano. Se te entregará la información y ubicación exacta. Tendrá que vigilarlo por unas semanas, puede que sean meses. Alexia me ha recomendado acercase a él, hacer que confíe, también puede vigilarlo desde otro ángulo sin que sepa de usted pero eso le tomaría más tiempo. Si elige la primera opción deberá usar el nombre asignado. Felicidades, ahora ya no eres Aria, eres la señorita Weston, Addison Weston. Llamaré a Milo para que te cambie el cabello. Harás vida normal, solo nadie se puede enterar ni de que eres Aria ni de que también eres Addison.—termina y se queda mirándome en busca de una respuesta.
Me pierdo en su mirada y me imagino a él agarrándome del culo subiéndome un poco la camisa para poder...
—¿Aria?—pregunta un poco más bajo que de costumbre.
Joder, que sexi suénales nombre en su boca. Mierda Aria para.
—Claro lo ha-haré.—digo entrecortadamente.
—Perfecto.—pulsa un botoncito de un aparato que tiene a su lado.—Milo, ven a mi despacho, tráete a tu equipo contigo.
—Puedes ir cambiándote en ese armario, hay ropa cómoda. Vas a estar aquí mucho rato.
—Mhm.—digo dirigiéndome al armario gigante/cambiador.
Le doy a un botón y se cierra la puerta automáticamente. Para ser un armario es bastante grande. Veo que hay un espejo y me intento bajar la cremallera de la espalda pero no llego.
—¿Dax?—preguntó asomando la cabeza avergonzada.
—¿Dax?—pregunta curioso pero veo como por un momento se le escapa una sonrisa pero la contiene.
—Sí, verás... ¿me puedes ayudar con la cremallera por favor?— al decirlo noto un fuerte rubor en mis mejillas.
Daxton me da un repaso de arriba a abajo y se levanta de su silla.
Se dirige hacia mi y entro de nuevo al armario.
Cuando lo noto detrás de mi instintivamente me doy la vuelta y tropiezo con uno de mis tacones. Dax me agarra fuerte de la cintura y yo apoyo una mano en la pared para no caerme y sin querer aprieto el botón de la puerta.
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Oscura corona
RomanceAria es una chica normal. Lo prometo, tiene algún que otro secreto pero nada del otro mundo. Claro que para ellos "nada del otro mundo" significa sangre, justicia y poder. Pero eso nadie lo sabe. Al final te acostumbras cuando llevas una doble vida...