En un mundo donde el capitalismo gobierna se a clasificado a las personas que no poseen mucho capital como clase baja y se les a dicho que no tienen lugar en el mundo, en cambio a los que poseen cantidades de dinero inigualables son los poderosos, los qué tienen mas oportunidades. Las personas ricas viven en un buen lugar excepcional pero existe una zona especial para los que poseen aun más poder pero había algo mal con ellos estaban totalmente locos, cuerdos, carentes de lógica. No les importada hacer daño para poder saciar su diversión.
—Señorita Liluan, la comida está lista-fueron las palabras de aquel pelinegro, que lo único que recibió como respuesta fue un pequeño si de aquella habitación en la cual no se atrevía entrar.
Aquella casa era grande, demasiado grande como para dos personas. El silencio demasiado común, un silencio qué de mostrada el vacío de ese lugar pero también el lujo y el lugar que ella merecía en la sociedad, pensar es lo único que se podía hacer, ya qué el tiempo era lento y no tenia el derecho de apartarse mucho de ese lugar o más bien, no tenia el derecho de apartarse de ella, pensar en todo o en nada daba lo mismo.
El pelinegro se encontraba analizando lo que había pasado en las últimas dos semanas, la castaña había tenido una actitud muy seria y solo se enfocada en un proyecto en el cual no tenia permitido meterse por lo tanto eso no podía ser una buena señal, al menos no esa actitud. Alguien como su jefa siempre estaba al tanto de todo pero en aquella ocasión era algo diferente, no prestada atención a la empresa, su salud, sus empleados, ni siquiera prestada atención a lo que el hacia.
—¿En que piensas Patric?— la castaña había aparecido de sorpresa en la sala, algo que hacía con frecuencia.
—Nada realmente relevante— el no tenia la necesidad de darse la vuelta para saber de quien se trataba.
—Mientes, puedes y eres capaz de engañar a medio mundo pero menos a mi, yo te conozco mejor de lo que crees, creo que me atrevo a decir que te conozco mejor que tu mismo, aparte si no fuera nada relevante te hubieras dado cuenta de mi presencia— Liluan solo le mostrada una sonrisa de superioridad.
Patric no era capaz de articular palabra alguna, pues ella tenía razón como siempre, al final de cuentas era su creación, era de su propiedad y era algo tan evidente no había duda de lo contrario, al final de cuentas estaba moldeado a su manera.
La castaña lo veía con una expresión neutra, lo analizaba con mirada, como si tratada de averiguar qué era lo que pensada aquel sujeto qué estaba de espaldas, aquel sujeto que conocía como la palma de su mano.
—Ya se que es lo que estas pensando— le hablada con seguridad.
—¿Como lo sabes?, no te e dicho nada, es malo suponer cosas que no sabes— el pelinegro trataba de mantener una actitud calmada pero se le era imposible con la mirada de Liluan encima.
—Piensas en el por que de mi ausencia. El por qué e estado tan distante, ¿Me equivoco Patric?— esta vez ella mantenía una sonrisa de oreja a oreja.
Ella había dado en el blanco, Patric seguía pensado que esa mujer siempre iba a ser sorprenderte, todo un misterio todo un enigma qué no logra resolver o que tal vez no podía, ella era todo lo que mundo podía ver.
—Pues si, diste en el blanco.
—¿Que vamos a comer Patric?— había cambiado de tono a uno más tranquilo, sin prestar atención al comentario anterior.
—¿En verdad?— el pelinegro se volteo con una expresión qué demostrada lo confundido qué estaba.
—¿En verdad que?, es normal que pregunte que vamos a comer, no entiendo que tiene de raro, cocinas de maravilla pero hoy tengo antojo de algo— ella a simple vista no mostraba interés por el tema anterior.
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El juego
Mystery / Thriller-Todo esto está saliendo de maravilla- sonríe divertida al ver una de las invitaciones. -¿Esta segura de que aun quiere seguir con esto?- la mira sin expresión alguna. -Obviamente que quiero seguir, nada puede detener esta buena idea, esto tiene que...