prólogo

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Desde pequeña Petunia Evans sintió el rencor cuando su hermana se volvió la favorita de sus padres, aun así que cuando ella se iba por todo el año a esa escuela sus padres aun seguían resaltando sus logros olvidándose completamente de ella. Años después se caso y tuvo a su primer hijo, solo un año después de su nacimiento alguien dejo un bebé en su puerta quien resultó ser su sobrino, su hermana y su marido habían muerto dejando al niño huérfano.

Petunia decidió que se encargaría de su sobrino y le daría el amor correspondiente que necesitara, tanto ella como Vernon se turnaban para cuidar a los niños, a pesar de su trabajo Vernon se esforzaba por cuidar de su hijo y sobrino. Cuando ambos niños fueron creciendo fue muy evidente que Harry empezó a presentar brotes de magia, ambos le explicaron a su sobrino su verdadero origen y la muerte de sus padres, ambos adultos esperaban poder contárselo cuando en un futuro cercano pero sabían que no podían ocultarle nada a harry, un años después Dudley también empezó a presentar brotes de magia.

Cuando los niño tenían 9 años petunia empezó a notar un comportamiento diferente en Harry, su sobrino, durante una fiesta de cumpleaños de los amigos de Dudley noto que Harry prefería estar jugando con las niñas en lugar de los niños junto a su primo, un día dudley llegó con harry quien mostraba signos de haber llorado.

- ¿que paso?- pregunto preocupada.

- harry dejó que las niñas pintaran sus uñas y Piers se burlo de él usando una de las palabras prohibidas- explicó Dudley molesto.

Petunia miro las uñas pintadas de color rosa y sonrió.

- yo creo que se ven muy bien- acaricio la mejilla de harry con una sonrisa- que tal si vamos a la cocina a preparar galletas- eso pareció animar a los niños quienes fueron a lavar sus manos.

Fue un día que Vernon estaba en su día libre, su esposa tenía una reunión con unas amigas así que se quedó en casa con los niños.

- tío Vernon-

- ¿que pasa chico?- pregunto mirando a su sobrino.

- ¿es malo que un niño quiera tener el pelo largo y querer peinarlo como moños?- pregunto temeroso.

- si eso los hace sentir cómodos no veo porque sea malo- aquellas palabras hicieron sonreír al menor.

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Fue cuestión de tiempo otra que en la casa de los dudley se fueran añadiendo demás cosas, petunia había comparado pequeños delantales para su sobrino quien insistía en usar uno cuando cocinaban juntos, Vernon le había regalado una muñeca para si jugará con las niñas cuando venían de visita, Dudley de alguna forma logró convencer a harry de usar la vieja ropa de su madre aún que le quedaba grande eso no evito que ambos jugaran en secreto con las ropas viejas de los adultos.

No fue hasta que ambos ingresaron a Hogwarts pasando el primer y segundo años con ciertas dificultades, ahora harry esta frente a sus tíos nervioso.

- yo... creo que me gustaría más ser una chica-

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