It's You

265 31 11
                                    

Bucky no deseaba admitir lo aburrida que había sido su vida a solas en aquél estúpido departamento, tan monótona y falta de color, hasta que se vió compartiéndola con cierto individuo el cual de mencionarlo en voz alta implicaría una gran revuelta. Más bien, un debate al cual aún no se hallaba listo para hacer frente.

Podía escuchar la voz de Sam abordandolo por algo que ni él mismo tenía bajo control. Cuestionando, diciendo algo como Si te dimos todo, ¿Que encuentras en ése lugar que no  tengas aquí? Y, pensándolo bien, aún no tenía una respuesta para esa pregunta. De hecho, no se la había planteado por completo hasta que tuvo la mala suerte de imaginar a Sam haciéndosela, lo cual acabo en una pequeña revelación. ¿Qué había en su nueva y tan peculiar vida que la hacía tan atrapante?

Bueno, no qué sino quién.

Había sucedido muy rápido, pero recordaba perfectamente el modo en el que las cosas se habían dado; cómo el Sargento había resuelto el gran crucigrama junto a la noticia en su teléfono un miércoles por la tarde. Sam no lo sabía, aún, y Sharon había sido bastante amable en avisarle al centenario con anticipación antes de notificarlo a su Capitan barras y estrellas favorito. 'T'Challa accedió a un acuerdo, por buen comportamiento. No le tienen el suficiente afecto como para permitirle quedarse en Wakanda, pero si el necesario como para encerrarlo en un lugar más ameno, más... Privado'

La voz de la agente Carter era dulce, como un murmuro a su oído prácticamente indiferente a la reciente noticia; ¿indiferente? No, más bien, razonable. Sharon jamás encontró un mal en Helmut Zemo que valiese la pena el tiro o incluso el esfuerzo, y comprendía el por qué de ello. Ambos se entendían, desde el punto de vista más retorcido lo hacían. Ambos traicionados por el equipo que se suponía existía para brindarles seguridad, desplazados por una sociedad con aparentes intereses más alla de quienes le habían servido con honor previamente. Dos lados de una misma monedas hechas para existir en base a lo incierto. 

'Se quedará en una cabaña a las afueras de Washington, un lugar bastante solitario, pero de moverse sin autorización no harán falta minutos antes de que las Dora esten encima suyo'

'¿Por qué me estás diciendo esto?'

¿Por qué siempre tenía que verse en la necesidad de preguntar? Era como ir a ciegas y aún tener que pedir perdón por ello. Sharon le sonreía indecifrablemente a través de la línea, con cierta malicia si se atrevía a suponer.

'Solo cumplo con informar, Bucky. Haz de esta información lo que mejor te plazca'

Su sorpresa fue qué, un par de días después, Sam se reuniría consigo para hablar del tema en cuestión. Preocupado, escandalizado, como si se tratara del escape más importante del siglo; como si Zemo, lejos de ser un viudo herido, se tratase del mismísimo Satanás. Más cuál fue su grata revelación...

'Y, ¿Ya sabes a dónde lo estarán escoltando?'

"No tengo la más mínima idea Buck. Sharon me dijo que lo trasladarían a un lugar seguro, lo suficientemente vigilado. Que no había de qué preocuparnos'

No cabía explicación alguna del por qué Sharon Carter se había dado la ligereza de informar al Sargento Barnes acerca del exacto paradero del Barón, mientras esta misma información la omitia al héroe de América. Bucky poseía dirección, coordenadas; Sam sólo palabras y una promesa de seguridad la cuál él no tomaba del todo cierta.

Ahí empezó todo.

Primero fue una visita silenciosa. Un chequeo laboral en el cual ni bien Bucky puso ambos pies dentro de la residencia se sorprendió ante lo humilde que esta era a comparación de lo que su cabeza había idealizado tomando en cuenta la posición social del Barón en cuestión. Rústico, hogareño. El clima era perfecto dentro y fuera, todo en su más pulcro estado. Helmut descansaba, sentado en un pequeño rincón junto a una de las tantas ventanas que permitían una perfecta iluminación a los tenues interiores; ambas manos ocupadas, una sostenía un libro mientras la otra una taza de té. Pies descalzos, uno de ellos adornado con una tobillera poco discreta, y aquél rostro inconfundible. Lucía cansado, no más viejo pero si el cabello más largo y una barba no muy pronunciada sobre su rostro.

It's You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora