Muchas sorpresas por un día

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- de hecho esperaba que ellos vinieran a buscarme

- bueno ahora somos dos. ¿Te importa si me quedo?

- para nada ya he pasado demasiado tiempo sola

- ¿sabes que ya te puedes colocar la camisa? - dijo ahora sí volteando un poco la cara avergonzado

- ¿por qué te inquieta? - dijo de forma juguetona

- sino lo haces te demostraré por qué soy el pecado que lo quiere todo, el pecado que jamás estará satisfecho, el pecado de la codicia

- vamos a pesar de haberte entrenados un pecado sigues siendo un niño

- no digamos que hay mucha diferencia de edad entre tu y yo, ahora ponte la camisa - ella no le presta atención a la última parte - como quieras - se daría la vuelta ahora Anastasia quedando a sus espaldas, aún volteado pasaría su mano por encima de un hombro apuntando a ella - te lo advertí, Robo - diría y en la mano de izuku aparecería algo - haber que me gane - al abrir la mano ve que sostiene un brasier

- ¿Eh? - Anastasia - bajaría la vista con miedo - ¡KYAAA! - gritaría para rápidamente taparse en un intento por cubrirse - ¡Dame eso pervertido! - grito enojada

- podría pero mejor no - abre el brasier - vaya si que es grande ¿Cuanto C o D? - preguntaría con simpleza aún sin voltear

- ¡Eso no te importa ahora dámelo!

- no

- ya me cansaste ¿Eres inmortal como tú antecesor?

- si pero a qué viene... Agh - escupe sangre - para que respondí - baja la vista y ve que Anastasia le estaba atravesando el pecho con su brazo derecho mientras que con el derecho intenta tomar su brasier de la mano izquierda de izuku - tu... E...

- ¿Que pasa? Eres inmortal ¿No?

- tus pechos están tocando mi espalda - dijo mientras intenta mantener el control

Anastasia rápidamente saca su brazo y toma distancia

- ¡Eres un pervertido!

- claro como fui yo el que se acercó ah ¿sabes que? toma - le lanza su brasier - si seguimos así no llegarémos a ningún lado

- bien - dijo ya habiendo se colocado su brasier y camisa - necesitamos encontrar alguna manera de localizar a los otros pecados

- tengo varias ideas para lograrlo pero ninguna que no signifique exponer mi cara y que nos encuentren. Por ahora debemos encontrar una manera de sobrevivir, ya se ¿Cuántos años tienes?

- eso no es algo que se le pregunté a una chica pero ya que estamos desesperados te lo diré, tengo 19. ¿Ahora que estás pensando?

- en nada solo quería saber tu edad

- eres un...

- ahora soy inmortal no me puedes hacer nada

- no te creas tanto solo por eso, hasta yo te podría ganar

- ¿Por qué no vienes y afirmas esas palabras? - dijo con una pequeña sonrisa

- con gusto - le muestra una sonrisa, ambos caminan a su oponente y se detienen hasta quedar cara a cara, aunque el peliverde tuvo que alzar la vista

- no se vale usar magia

- tu inmortalidad ya cuenta como magia

- no es asi, eso es solo mi vitalidad y aunque quiera apagarla no puedo

- bueno no importa eso no cambiará nada. ¿Listo?

- cuando ti quieras - dijo e inmediatamente recibe un golpe en el estómago que lo hace retroceder - aún no me acostumbro al dolor

El Pecado De La AvariciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora