Siento tu aroma en el cuarto...
tu cuerpo recostado a mi lado y tu ser mi niña muy dentrito mío...
Casi son las cuatro...
tus piernas se envuelven en las mías , frías; queman y tu pelo por la almohada; fluye como un rio...
Así dormida, no imaginas lo harto...
lo harto que me tienen los botones de tu blusa... cuando miro se abotonan, cuando no; se sueltan y suenan como tiros...
no me dejan dormir... suenan a martirio, lo contrario a unos arrullos...
Lo que daría por besarte, pero así "bella durmiente" me adormeces y mierda como tiemblo cuando dices mi nombre entre murmullos...
Ya ni se si me despierto a estas horas por la sed de un vaso de agua o por la sed de unos besos tuyos...
