11 DÍAS

Capítulo I

*Lo siento si tiene errores ortográficos, espero te guste*

Encuentro

Tan solo falta un día para volver al instituto. El fuerte y radiante sol se apodera de toda la extensa y hermosa playa de Vancouver. Mis ojos se mueven de un lado a otro, admirando los hermosos abdominales que se encuentran a unos metros de distancia.

Todo parece maravilloso, no lo voy a negar; he tenido unas hermosas vacaciones, pero aún siento que falta algo, algo inexplicable. Esa es la palabra que puede definir lo que siento: un vacío que no logro entender.

Tengo absolutamente todo: dinero, amigas, popularidad, una familia agradable y una motocicleta que me fascina.

¿Qué más podría necesitar? ¿Por qué me siento así?

"Vamos, Zoé", me digo a mí misma para recapacitar y ver lo positivo de las cosas. Mañana vuelvo a mi último año de instituto, y para ser muy sincera, estoy emocionada por ello. Muevo la cabeza ligeramente para dejar de pensar tanto y seguir enfocándome en esos hermosos abdominales que tengo delante de mí.

Giro la cabeza un poco para apreciar a la hermosa chica que tengo a mi lado. Su cabello negro azabache juega con el viento, y su piel morena se ve exquisitamente bien bajo los rayos del sol.

—¿En qué piensas? —la voz de Ale me saca de mi ensimismamiento.

—En lo grandiosa que eres —le respondo a Ale, mi mejor amiga, con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Zoé, romántica? Casi me desmayo.

Suelto una risa y ella también lo hace.

—No te acostumbres —digo, disfrutando del sonido de las olas.

—Ya. ¿Me dirás en qué estabas pensando?

—No —respondo divertida, mientras ella me muestra el dedo corazón fingiendo estar molesta antes de darme la espalda.

Las personas, la mayoría de ellas adolescentes, pasan a nuestro lado saludándonos amablemente a Ale y a mí. Esto no es nada nuevo, ya que la mayoría de los jóvenes aquí son compañeros de instituto. En cierto sentido, soy "conocida" aquí, y quizás por eso no me sorprende que las chicas y chicos me miren. Es un poco frustrante, ya que no me considero nada especial, pero de alguna manera me he acostumbrado a esta atención.

—¿Por qué estás tan callada? —la voz de Ale me saca nuevamente de mis pensamientos.

Giro para mirarla. Está recostada en la tumbona, sin despegar sus ojos de mí.

—Estoy disfrutando de la vista.

Señalo al frente, al grupo de chicos que salen del agua.

—Disfrutemos juntas —dice sin más.

Vuelvo a dirigir mi mirada al hermoso océano y me dejo llevar por la belleza de la naturaleza. Aunque se escucha el murmullo de la gente, intento concentrarme solo en el sonido de las olas. Me distraigo por completo cuando veo a Mark caminando con zapatillas en la playa. ¿Quién camina en la playa con zapatos?

Mark es un chico de mi instituto, el típico chico "nerd" al que todos suelen molestar. Lo conozco desde hace mucho tiempo; nuestros padres son amigos desde la secundaria, pero él y yo jamás hemos tenido una relación de amistad o algo parecido.

Parece distraído, como si estuviera perdido sin rumbo alguno. Lo observo detenidamente: su cabello castaño y sus ojos verdes me cautivan desde esa distancia. Nuestras miradas se encuentran por un breve segundo. Mi corazón se acelera de manera repentina, y mis manos comienzan a sudar —quizás debido al calor— me digo a mí misma, tratando de entender mi reacción ante él.

Me encoge de hombros y aparto la mirada.

¿Qué acaba de pasar?

Me vuelvo para mirar a Ale, quien parece entretenida con su celular. Dirijo mi vista nuevamente al frente, pero él ya no está. Lo busco con la mirada, pero nada, ha desaparecido.

Mi celular vibra, anunciando la llegada de una notificación. Reviso el mensaje en Instagram y, al ver el nombre de usuario, siento que mi corazón da un brinco inexplicable.

Mark_Evans

Al parecer, por fin estoy en tu mundo.

Muevo la cabeza en todas direcciones tratando de buscar al chico que me está escribiendo, pero la decepción es fuerte al darme cuenta de que ya se ha ido. Vuelvo a leer el mensaje y una sonrisa se escapa de mis labios sin poder evitarlo.

¿Por fin? ¿Qué quiere decir con eso?

El sol ya se está poniendo, y tengo que llegar a casa para alistar todo para mañana. Me despido de Ale y me subo a mi Italika negra, arrancando y disfrutando del hermoso atardecer. Rumbo a casa, no dejo de pensar en aquel mensaje que recibí, en el intercambio de miradas con Mark y en lo que sentí cuando pasó.

Trato de entender la razón de mis reacciones ante él, pero no encuentro nada que pueda explicarlo. Suspiro con pesadez, relajándome un poco y disfrutando del viento que corre por todo mi cuerpo.

Llegando a casa, todo está en completo silencio. Mis padres están de viaje por negocios, lo cual significa que tengo la casa para mí sola. No me gusta quedarme sola en casa, pero lo entiendo y respeto su trabajo. A veces, pienso en lo agradable que sería tener un hermano o una hermana con quien compartir estos momentos.

Dejo las llaves de la moto en la sala y subo rápidamente a mi habitación para darme una ducha fría. Cuando termino, me seco el cabello y me pongo el pijama. No tengo hambre y, además, tengo flojera de cocinar, así que enciendo la tele y me distraigo viendo "Teen Wolf", haciendo que las horas pasen sin más.

Vuelvo a coger mi celular para releer el mensaje de Mark. Nuevamente, una sonrisa se escapa de mis labios sin poder evitarlo. Al darme cuenta de eso, suelto el celular alarmada por lo estúpida que debo verme.

Enfócate, Zoé.

¿Debería responderle?

Olvido por completo el mensaje cuando en la pantalla de mi televisión aparece Stiles, haciendo que deje el celular y que, por un instante, ignore todo lo que acaba de pasar en mi interior con un mensaje de la persona que menos esperaba.

*

Hola, espero y les haya gustado este cap. 

El inicio de una nueva historia. De todo corazón espero les guste. Les mando un fuerte abrazo hasta dónde estén. 🦋