[BL] I.R.S.T.M.C.I.M.E.B.

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Evidencia no. 5

La hermana de la recepción me envió una colección de videos anuales de gatos uno tras otro. En los últimos días, mi teléfono móvil ha estado mostrando la curva de índice VC o haciendo todo tipo de maullidos extraños.

La reunión de recapitulación se lleva a cabo el sábado y los discursos en el escenario son increíblemente aburridos.

Me siento en la última fila, hago clic en silencio en el último vídeo, pongo mi teléfono en los pantalones de mi traje y lo miro.

Pronto me doy cuenta de un problema.

Cuando los gatos del vídeo interactúan con las personas, siempre van acompañados de gritos de dulzura, aburrimiento o irritación. Cuando están enojados, miran con sus ojos redondos, levantan la cola y hacen un sonido de "ja". Como la esposa de Xianglin, charlando sin parar.

Parece que mi gato rara vez ha hablado desde que lo recogí, y rara vez lo vi mostrar emociones extremas.

Incluso cuando lo pillé mordiendo el alambre y estaba tocando su cabeza con mi dedo; cuando lo enviaron a los baños y el hermano asistente lo presionó en el escenario para que se secara; cuando tuvo hambre y descubrió que no había comida para gatos en el cuenco, mi gato también apreciaba la palabra como si fuera oro, sin decir nada.

Solo cuando llegué a casa tarde esa noche después de un viaje de negocios, sintiendo la oscuridad y dejando mi equipaje en el pasillo, mi gato salía corriendo de la casa, caminaba sobre los escalones revoloteando y se envolvía alrededor de mis piernas como nubes auspiciosas, derramando una o dos ruidos de su garganta. La voz educada fue como un suspiro o dos lanzados a la noche como agua, acompañada de la temperatura de los pies que se alejaba lentamente. Mi gato ha estado pensando en mí en casa.

Cuando conocí a mi ex novio, también era muy taciturno. Parecía que nada a su alrededor podía despertar su interés y, a veces, me sentía como si estuviera hablando con una pared.

La chica del escritorio frente a mí dijo que yo era demasiado ruidoso, y él parecía muy tranquilo a mi lado. Dije que no era cierto. Mi compañero de escritorio estaba esperando a una persona destinada, y esa persona era yo.

Había una expresión exasperada en su rostro.

Estuve aburrido durante unos días y no pude contenerme más: "Oye, compañero de escritorio, hablame. No nos costaría dinero tener una charla ". Estaba escribiendo una solución y después de tocar los dos puntos, suspiré. El compañero de escritorio dijo: "¿De qué quieres hablar?"

Me llené de alegría. Pensé que este tipo realmente se estaba acostumbrando. Lo que dijo acerca de conversar conmigo fue que cuando le pregunté qué pensaba del tema después de dar un largo discurso, eligió hacer cuatro tonos diferentes de "um" en función de lo que dije.

Por un tiempo, lo llamé en secreto "cuatro um" en mi corazón.

"¿No eres, um, raro", dije, pero sabía que en realidad estaba escuchando con atención, "Por cierto ... Compañero de escritorio, míralo, hoy ese chico de al lado está vestido como una gallina de Guinea ..."
A

Mi compañero de escritorio era "¿eh?" por un momento, luego un arco rígido se levantó en la esquina de su boca. Volvió la cabeza para mirar, luego se volvió y me dijo en tono serio: "No puedes decir eso de otras personas".

Mi compañero de escritorio es realmente un caballero.

Más tarde, después de que supimos cómo estar juntos, poco a poco comencé a hablar con él. Pero la mayor parte del tiempo estaba hablando y él escuchaba.

Quizás fue mi culpa. De vez en cuando, mi compañero de escritorio y yo hicimos movimientos audaces, como frotarme el pelo, apretarme la cara, agarrar mi mano debajo de la mesa, juntar los dedos o dar un beso rápido y preciso en mis nudillos en una clase de autoaprendizaje en la que todos dormían en sus ropas.

Hasta que se fue a casa y desapareció durante tres días antes de regresar.

Durante todo el mes que siguió, volvió a estar más tranquilo, incluso más silencioso que nunca.

Le he preguntado qué le pasó a mi compañero de escritorio en innumerables ocasiones. Simplemente frotó mi cabello y negó con la cabeza sin decir una palabra.

Miré de reojo su rostro vago escondido en la niebla del trote matutino, sintiéndome levemente perturbado, y luego recordé la escena con la que me encontré cuando fui a su casa a principios de ese año, y las cosas se sintieron un poco más claras en mi corazón, pero no sabía qué podía hacer por él.

Esta persona tiene dificultades para hacer palanca en cosas de las que no quiere hablar.

Siempre le gusta tener cosas en su corazón y tragar las dificultades en su estómago. Quita todas las emociones flotantes y las reemplaza con un nudo irrompible en sus cejas.

Esto es realmente malo.

La relación entre nosotros también parecía bastante frustrante. Cuando quise darle un abrazo, tuve que escoger la hora como si estuviera en una guerrilla, escoger un lugar, cruzar mi corazón, mirar en todas direcciones y escuchar en todas direcciones, para poder transmitirle mi preocupación, que solo pude expresar como un pensamiento pasajero en el abrazo que le di.

Cuando finalmente saqué a mi compañero de mesa y lo presioné en mis brazos, fue como encender un interruptor, y su peso instantáneamente cayó sobre mí.

Acaricié su espalda.

Su cuerpo temblaba, su voz se ahogaba y hablaba de forma intermitente. Escuché con atención. Esas oraciones de bajo volumen se dispersaron rápidamente y se escaparon a la oscuridad, solo tuve tiempo de captar algunas palabras como “incurable…” “hermana…” “deuda…” “padre…”.

"Si yo ..." Mi compañero de escritorio se atragantó de nuevo, "Si ..."

Le di unas palmaditas en la espalda suavemente: "¿Y si?"

El compañero de mesa me abrazó con más fuerza, tan fuerte que apenas podía respirar.

Al final, siguió sin decir nada. Enterró su rostro entre mi cuello y lo frotó. Dijo como un niño: "Quiero ganar mucho dinero en el futuro".

Mis dedos recorrieron la forma de sus omóplatos: “Bueno, yo también quiero ganar mucho dinero. No tendré miedo de nada para entonces ".

Unos años más tarde, cada vez que pienso en esta escena, siempre me arrepiento de por qué no hice más preguntas.

Salgo del ascensor aturdido, presiono mis huellas dactilares para entrar por la puerta, recojo al gato que se acerca y lo abrazo en mis brazos.

¿Pensando en cuánto tiempo ha pasado desde que puedes hablar tan felizmente como antes?

Es posible que lo que quiera decir no se diga necesariamente, pero debe forzarse a sí mismo a decir lo que no quiere decir. Me dije a mí mismo, esto es la vida, esto es la normalidad, la supervivencia del más apto.

Pero todavía lo odio.

Rasco suavemente la barbilla del gato:

"Puedes perder los estribos conmigo"

"Está bien expresarlo cuando no estás feliz",

"No te dejaré".

Ahora sospecho razonablemente que mi gato es mi exnovio.

La quinta evidencia disponible:

Mi gato habla muy poco, mi gato todavía tiene cosas en la cabeza