Tu esencia Jason the toymaker x (Tn).

Capitulo I

Mi nombre es (inserta tu nombre). El día de hoy me mudo a un departamento que mis padres compraron para mi, este regalo es por mi cumpleaños número 20, Aún sigo algo conmocionada por dejarlos. Ellos dicen que esto será una mejor experiencia para independizarme, aunque realmente no me hace muy feliz el hecho de dejarlos solos. 

- Espero adaptarme rápido... 

Podía ver el bello paisaje a través de la ventana, el atardecer comenzaba a pintar los edificios con sus bellos tonos naranjas, suspire por lo bajo cansada por el viaje, una voz mayor y suave me saco de mis pensamientos, eso significa que al fin había llegado. Baje del taxi estirándome para así iniciar a bajar mis cosas; el camión de mudanza llegaría después, solo traje lo esencial en unas cajas que mis padres me habían ayudado a empacar.

Pague el taxi y agradecí por la amable ayuda de aquel señor, se había tomado la molestia de subir mis cajas. Abrí la puerta, notando algunos muebles cubiertos de polvo, metí las cajas. Comencé a inspeccionar lo que sería mi nuevo hogar; es algo pequeño, tiene muy buena iluminación y una bella vista, se puede observar un parque no muy lejos de aquí. Mi celular sonó...

- Sabía que no tardarías en llamar, mamá...

Se escucho una leve risita del otro lado del altavoz.

- Si eh llegado bien, gracias. Me agrada el departamento, espero verlos pronto a ti y a papá. Si me informaron que el camión llegaría una hora más tarde, no te preocupes todo esta bien, por lo que veo tu y papá escogieron un vecindario tranquilo...Así que todo estará bien.

Colgué para comenzar la limpieza, esto llevara algo de tiempo...Comencé por el que sería mi cuarto, sacudiendo y barriendo el polvo; en mi cuarto hay un ventanal en el cual daba vista a un paisaje hermoso, unos arboles llenos de flores blancas.

- Vaya si que supieron donde alojarme, ojala ellos estuvieran aquí.

Seguí con lo mío, se podía notar la diferencia del lugar. Me tumbe en el sofá que se encontraba en mi recamara, el sol acariciaba mis mejillas como si tratase de arrullarme, suspire exhausta podía sentir como mi cuerpo se relajaba, mi respiración era más tranquila y mis parpados pesados... Solo bastaron un par de minutos para caer en los brazos de Morfeo...

Escuche que tocaban la puerta, saliendo de aquella burbuja tan llena de paz y tranquilidad, camine a la puerta algo somnolienta, seguramente la mudanza llegó, me dispuse abrir, efectivamente el camión estaba afuera, después de revisar que todas mis pertenencia estuvieran bien y firmar el papeleo desempaque las cosas de mi habitación. Sin caer en cuenta que la oscuridad había cubierto el departamento; la luz de la luna entraba sin restricción alguna por el ventanal de mi habitación, sin duda un espectáculo digno de admirar, coloque las cortinas y me dirigí al baño. Llene la tina, entre relajándome de inmediato, mi estómago exigía alimento, así que decidida a salir me vestí, lista para comprar la cena. Descubrí que cerca de aquel parque se encontraba un mini-super. Compre lo necesario, al salir me convencí de explorar aquel parque y su alrededor, sinceramente era un lugar muy tranquilo me senté en una de las banquitas contemplando a lo lejos una pequeña...

- Muñeca?

Pude divisar a lo lejos a lo que parecía ser una muñeca, podía sentir como si estuviese observándome, su cabello era de un rojizo intenso, su piel tan pálida como si de porcelana se tratase, sus ojos de un ámbar cautivador e hipnotizante que daba un brillo singular cuando la luz de la luna se reflejaba en ellos... Solo que su tamaño me desconcertaba; para ser una muñeca era muy grande, sentía como su mirada era tan intensa como si estuviera vigilándome sin pudor, acechándome desde aquel oscuro rincón. Un pequeño balón golpeo mis píes saliendo de aquel trance, lo tome en mis manos encontrándome con unos ojos esmeraldas llenos de inocencia.

- Podría regresármelo? 

Lo observe algo desconcertada por algunos segundos, volví en mi suspirando, disculpándome con él pequeño. Devolví el balón regresando a mirar donde se encontraba aquella muñeca, aunque para mi suerte ya no se encontraba allí. Regrese a casa abrumada por el suceso de hace un momento, sin embargó decidí seguir con lo mío, prepare la cena me senté a disfrutar cada bocado, el silencio reinaba en el lugar de no ser por el único ruido emitido del tic, tac de las manecillas del reloj. Termine y lave los trastes, aún no tenia sueño, mire el reloj y eran las 12:30 am

- Revisare las demás cajas, tal vez encuentre algo interesante.

Saque algunas fotos de mis padres, en verdad sentía nostalgia al no estar con ellos. Encontré varias notas que mis padres habían dejado, como pequeños recordatorios y tips para mi nueva vida.

- Vaya esos viejos...Saben como ponerme sensible... 

Desempaque algunas cosas, observe el reloj y eran las 02:50 am.

- Mierda...

Dije sin vergüenza alguna, de verdad ya era tarde. Me puse una playera vieja como camisón deshaciéndome del incomodo sostén. Me dirigí por ultima vez a la cocina sirviéndome una copa de vino, apague las luces entrando a mi recamara a tientas por la poco iluminación, me recosté en la cama buscando una posición cómoda para dormir; llegando a mi mente de nuevo el recuerdo de aquel suceso...Sus ojos, esos ojos tan hipnotizantes y deslumbrantes que a su vez no demostraban ninguna emoción...Como si no tuvieran vida. Me preguntó ¿Qué habrá sido? Sera mi imaginación oh solo estoy indagando algo a lo que no debería darle tanta importancia...Pero.

-...De verdad que esos ojos me seguirán intrigando por un buen rato... 

Dicho esto en un susurro casi audible, de nuevo sentí como Morfeo volvía a envolverme entre sus brazos, como si nunca se cansara de esperarme...

POV OMNIPRESENTE.  

A lo lejos podía observar aquella creación vieja de la cual estaba cansado de buscar, cuando por fin la tuve entre mis manos...

- Le pedí una sola cosa, no quiero que pase lo de la ultima vez. Ya no tengo tanto poder para establecerlo... Ya no quiero herirla. 

Me sentí observado, y sin perder el tiempo inmediatamente busqué de donde provenía esa sensación...

-Ella...

Me quedé oculto entre las sombras del parque, observándola, parecía casi perfecta.

-Parece que arreglaremos una nueva muñeca...