🍎 Cocinando juntos 🎶

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° Día 21:

El peliazul pasó toda la semana limpiando su departamento, es una ocasión especial pues su novia se quedará a dormir por primera vez; y cuando el día llegó no pudo evitar estar nervioso.

—Traje helado—Dice la castaña al llegar, tiene el cabello recogido y una pequeña maleta colgando de su hombro—¿Puedo pasar?

—Si, lo siento—El chico la invita a pasar. La castaña deja la maleta en el sofá y se acerca a su novio para envolverlo en sus brazos—Me alegra verte de buen humor.

—Por fin algo de tiempo a solas, creo que mis padres comienzan a aceptarte, de lo contrario no me hubieran permitido irme todo el fin de semana.

—Si, es bueno saberlo—El chico levanta los talones y besa a su pareja en los labios—¿Tienes hambre?

—Bastante—La castaña deshace el abrazo—Pero antes me gustaría un tour por la casa.

—No hay mucho que ver, la sala, la cocina, el baño, mi habitación y la habitación de mis padres.

—¿Y donde estan por cierto? Aún no los he conocido.

—De viaje por negocios, trabajan en contabilidad así que pocas veces se van de la ciudad, y no los culpo por aprovecharlo.

—¿Saben de lo nuestro?

—Saben que tengo novia, pero nunca preguntan nada, quieren darme mi espacio y todo eso, pero igual quiero que los conozcas, quizás cuando regresen de su viaje.
Todo lo contrario a la familia de la castaña.

—Entonces esperaré—Comenta la chica—Pero igual quiero un tour.

—Tus deseos son órdenes—El chico toma la mano de su novia—Esta es la sala, normalmente desayuno aquí mientras miro la televisión, siéntete libre de ver lo que quieras.

—Te tomaré la palabra—Caminan hasta llegar a una puerta cerrada.

—Esta es la habitación de mis padres, no hay nada interesante fuera de fotografías familiares.

Entonces llegan a la habitación del peliazul. Hay una cama, posters de músicos (entre ellos una de Miku Hatsune), una computadora, un armario, una lámpara de lava, una colección de gorras y una jaula para hámsters.

—¿Ordenaste todo porque iba a venir?—Pregunta la chica.

—Si, nadie quiere una habitación desordenada.

—Eso es tan dulce de tu parte—La chica le entrega el beso en la mejilla—¿Cabemos los dos en la cama?

—Hemos estado más cerca que eso, así que estaremos bien—Caminan fuera de la habitación—El resto es el baño y la cocina, no son muy interesantes.

—Vamos a la cocina, tengo curiosidad.

Llegan a la cocina donde todo está impecable, hasta el punto en que no parece que nadie entra, hay mucha comida empaquetada, y en el refrigerador todo está pre-calentado.

—No cocinas mucho—Comenta la chica.

—Hasta la maruchan me queda raro, por tu propio bien nunca de los nunca me pidas que te cocine.

La chica abre una alacena, donde encuentra polvo para hornear galletas. Ella tampoco cocina mucho, principalmente porque los tutoriales de Youtube dan por hecho muchas cosas, pero le gusta hornear.

—¿Qué te parece cenar galletas con helado?—Pregunta la chica.

—No se escucha muy sano, así que estoy de acuerdo.

—Bien, ponte el delantal querido novio, hoy te enseñaré a cocinar—Se aprecia la emoción de la chica.

El peliazul no tenía pensado hacer explotar su cocina hoy, pero la alegría de su novia es contagiosa. Ambos se ponen unos delantales, la chica rebusca en el refrigerador, sacando mantequilla, huevos, leche y azúcar. El peliazul encontró vainilla en polvo en la alacena.

—No recuerdo la última vez que hice galletas, creo que tenemos que batir todo hasta que se formara una masa—Dice la chica—Bah, no puede ser tan difícil.

Usaron la licuadora del que salpicó un poco, pero la chica mantiene su sonrisa.

—Yo lo veo bien—Comenta el peliazul—¿Tenemos que usar las manos para formar las galletas?

—Creo que si, después las metemos al horno.

Tras moldear la masa fría, tratando de hacer galletas (aunque más bien parecen óvalos deformes) los metieron al horno sobre una charola.

—¿Cuánto tiempo tiene que estar ahí?—Pregunta el peliazul.

—Ni idea, hasta que estén listas supongo.

—¿Y como sabremos cuando estén listas?

—Creo que se notara.

Pasan los minutos, y del horno se manifiesta un olor raro y pesado.

—Parece que deben estar ahí más tiempo—Comenta el chico, y su novia parece estar de acuerdo.

Los minutos siguen pasando, y del horno se forma un poco de humo. Ambos parecen pensativos.

—Mmmmh, no estoy segura—Dice la castaña—Esperemos un poco más.

En el interior del horno se forma una pequeña llama y el humo envuelve la cocina, pero ambos permanecen pensativos.

—Creo que ya están listas—Dice el peliazul con una sonrisa.

—Si, deben estar en su punto perfecto.

Y cuando el peliazul abre el horno el fuego se escapa, la castaña lo jala del brazo para alejarlo.

—Mejor salgamos de aquí, voy por una cubeta de agua—Dice el chico. Tras cuatro cubetas, logran apagar el fuego dejando la cocina cubierta de humo. La pareja se sienta en el sofá de la sala.

—Ni idea que pudo salir mal—Dice la chica entristecida.

—Hey, logre salvar las galletas—Comenta el peliazul—Fue un desastre pero fue divertido.

—¿No estás molesto?

—¿Molesto? Ni siquiera se me ocurrió estarlo—Deja caer su cabeza en el hombro de la chica—La próxima vez lo haremos mejor.

—Eso suena bien...espero aprender a cocinar, no podemos quemar siempre la cocina cuando vivamos juntos.

La chica se avergüenza de su propio comentario, acaba de hablar sin pensar y su mente la ha delatado. El peliazul la mira extrañado, nunca han hablado del tema, no había necesidad, las cosas estan bien asi como estan.

—¿Quieres que vivamos juntos?

—Eh...no, osea si, pero es muy pronto—Comienza a jugar con un mechón de su cabello—Finjamos que no dije nada.

El peliazul no terminaba de procesar la idea, otra prueba de que su relación va en serio, ¿es una idea posible? ¿Quiere despertar y dormir todos los días junto a esta maravilla de chica?

—Si quiero—Murmura el peliazul.

—¿Qué?

—Si quiero vivir contigo.

Pocas veces se ve a la castaña tan sonrojada, pero una sonrisa se forma en sus labios, toma los hombros de su novio y lo besa en los labios; el chico también está enrojecido. Este sentimiento es tan nuevo, tan poderoso, y sumamente reconfortante, acaban de dar un paso de los grandes.

—Pidamos algo para cenar—Dice el peliazul una vez se separan—¿Que quieres?

—Galletas y pastel.

—Tus deseos son órdenes—Vuelven a besarse, un feliz fin de semana se venía venir.

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Gracias por leer!! (^^)

🍎Red and Blue 🎶 (30 días Otp) ⟨BfxGf⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora