Descenso al Paraíso: Parte 1

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-Oye levántate, no tardan en llegar por ti- dice una mujer con una voz suave desde el otro lado de la habitación, mientras abre una ventana, en la cama una figura se tapa con las sábanas.

-Vamos Samuel, no tardan en pasar por ti, ya levántate- ella le arrebata la sábana de encima del muchacho, por lo que acostado sobre la cama se encuentra un joven de buen ver, de tés clara, cabello castaño, ojos cafés tan hermosos como un amanecer, una dentadura perfecta que le daba una apariencia simétrica en la cara, y de una figura delgada.

El chico se levanta con mucha dificultad, pues el sueño aún se apoderaba de el – ¿Que hora es?- pregunto Samuel aún con los ojos entre cerrados.

-8:15- respondió la mujer.

-Mierda, ¿Por qué no me levantaste antes? Respondió el.

-Lo intente pero no reaccionabas-- contesto la mujer -bajaré a hacer el desayuno, has lo que vallas a hacer y te espero abajo, no tardes demasiado que si no te dejarán, y que voy a hacer contigo aqui- se va de la habitación, no sin antes soltar una carcajada, y tras de ella cierra la puerta de madera.

-Dale, no tardo, igual no quiero estar contigo todo el verano- dice samuel en un tono burlon.

El chico mira a través de la ventana el paisaje de una típica ciudad, lleno de carros apresurados por llegar no llegar tarde a sus destinos, y de edificios imponentes que llegan hasta el cielo -Por fin llegó el día- exclamó el chico con unas sonrrisa en el rostro.

El chico regresa a si mismo cuando le entra una llamada, Samuel revisa su celular y la contesta.

-¿Bueno?- Dijo apenas contesto la llamada.

-Que onda Sami, Estamos a 15 minutos de tu casa, ¿Ya estás listo?- respondió una voz a al otro lado de la llamada.

-Si, ya estoy terminando de arreglarme- respondió Samuel cruzando los dedos.

-Vale ya no tardamos- después de esa frase terminó la llamada.

-Mierda- el chico se levanta de la cama tan rápido que casi cae de la misma, al tocar el piso y casi como si lo estuvieran persiguiendo entra al baño a tomarse una ducha, al terminar el baño, toma su ropa que consistía en una camisa de tirantes blanca, y sobre esa una sudadera color gris, con un pantalón de mezclilla color azul, y un par de tenis a juego con su sudadera, y baja a tomar el desayuno.

-Por fin bajas- dijo la mujer que apenas instantes estaba en la habitación del chico.

-Que te quejas, siempre que vamos a salir tardas mas que yo- respondió con una sonrrisa burlona -Además ¿Que hay para desayunar?-

-Son hotcakes con mermelada de fresa- dijo sirviendo en el plato.

-¿De verdad?- respondió Samuel emocionado.

-Na, es mentira- Casi al instante de terminar la frase se hecha a reír -Comerás huevo-

-No me iluciones- responde haciendo puchero como si de un niño pequeño se tratara.

-Te levantes muy tarde no esperes que ya tuviera una comida tan tardada como esa, además ya siéntate a comer que ya casi están aquí, que casi escucho el claxon del auto.

Tal como si lo hubiera predicho, el claxon de un coche sonó, Y Samuel empezó a comer tan rápido que se le caian pedasos de la boca. Al terminar la comida sube por una pequeña maleta que tenía preparada en su habitación.

-Bueno me voy, bruja- dijo Samuel en un tono divertido

 -Ya sal que no quiero que te dejen y tenga que aguantarte todo el verano aqui- dijo ella.

-Vale mejor salgo antes que me hechas un hechizo- el chico sale corriendo de la casa, llega al carro donde sube su maleta a la cajuela, y acto seguido de sube al mismo.

-Hasta que sales- contesto uno de los 4 chicos que estaban en el auto

-Callate Santi- como si nunca hubieras llegado tarde a algún lado

En eso voltea un chico pelirrojo, de tés clara, con ojos azules, con dientes tan perfectos como el mismo Samuel, lo poco que se veía del cuerpo por qué estaba sentado se veía que usaba una sudadera roja, debajo de ella se veía, una camisa negra y se veía un estampado, que aúnque no se veía completo se alcanzaba a ver una parte de un puente, con un pantalón de mezclilla color negro -No seas mentiroso yo nunca he llegado tarde a ningún lado-

-Calla que tú eres el más impuntual- responde una mujer rubia, de tés clara igual los otros dos, unos hermoso ojos color verdes, con una dentadura casi perfecta, a pesar de un diente frontal que tenía un poco imperfecto, puesto a qué estaba más separado que los demás, lo que le daba una apariencia infantil, con una blusa hasta el ombligo color blanca y con la leyenda 'Ice cream' y un como de helado debajo de las letras, al igual que unos jeans color amarillo, que le daba a juego con su cabello.

-Que no soy impuntual, Luna- le respondió Santi a la mujer.

-Admite ya que si lo eres- responde un chico con rasgos latinos , de una tés un poco más morena que los demás, con un cabello de rizos color negro  en la camisa traía una camisa con un dibujo estilo anime y unas letras japonesas, con unos pantalones de de Pans color gris, con una raya negra en las orillas.

-Vale Marcos, si eso te hace feliz- frunce el rostro y con una voz sarcástica dice -Soy Santi y soy la persona más impuntual del mundo- regresa a su tono normal de voz y quita la mueca- ¿Felices todos?

Los otros tres se miraron unos a otros y casi como si fuera planeado dijeron en coro -Obvio- después de eso todos se echaron a reír.

-¿Están listos para iniciar estás grandes vacaciones?- dijo Santi volviendo a prender el auto.

-Ya es que estuvieramos allá- Respondió Sami riendo.

-Vale señor patrón- lo acompaña con una carcajada

El coche arranca, y se va perdiendo en el hermoso horizonte mañanero, se respira la emoción por pronto llegar a su destino.

Neo Eden: Proyecto AdánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora