Operación: ¿Quieres ser mí novio, Stiles?

Capitulo 1

—¡Hale, vuelve aquí!

El entrenador gritó, pero Derek no le hizo caso. Dejó la cancha muy enojado, tirando las cosas a su paso y atropellando a todo aquel que se le cruzaba. El equipo solo lo ignoraba y trataba de salir de su camino lo más rápido posible. Ya nadie lo aguantaba y él no podía culparlos; ni siquiera él mismo se soportaba. Hace semanas tenía un humor de perros del que no podía salir.

Bueno, sí podía. Cada vez que Stiles se cruzaba en su camino y estaba tan cerca de él, todo se desvanecía. Cada vez que su pequeño castaño lo besaba, la ira desaparecía y entonces no importaba nada más.

—Oye, ¿estás bien?

Cerró los ojos y apretó los puños con fuerza. Esa voz... Esa maldita voz lo provocaba a convertirse en un asesino.

—Estoy bien, Reaken —dijo con los dientes apretados, cerró con fuerza su casillero y caminó hacia las duchas.

—¿Seguro? Es decir, no te conozco bien pero...

—¿Qué quieres, Reaken? —su voz salió hostil, pero no le importó.

Derek estaba desconcertado. No entendía cómo alguien podía transferirse de colegio en las últimas semanas de clases, justo antes de graduarse. "¿Quién hace eso?", pensaba mientras intentaba concentrarse en guardar las cosas en su bolso. Los vestidores estaban vacíos, solo ellos dos estaban allí y Derek estaba tentado a golpear al chico detrás de él.

Theo había sido un problema para él desde que apareció esa mañana, días antes del baile, con su risa de idiota y queriendo integrarse al círculo de amigos de Stiles. No le quiso tomar demasiada importancia, confiaba en Stiles, ambos se gustaban y juntos estaban construyendo algo bueno. Nunca se había sentido así de feliz y bien con alguien y no quería arruinarlo por celos estúpidos, pero todo había empeorado cuando se enteró del papel que Reaken había jugado en el pasado de su castaño.

No era idiota. Reaken no estaba aquí para hacer amigos. Estaba aquí para volver con Stiles, porque sí. El idiota de ojos celestes y mirada cínica había tenido un romance hace mucho tiempo con Stiles.

Theo sonrió de lado, pero no era una sonrisa amigable. A Derek no le importaba; él tampoco estaba siendo muy amigable que digamos.

—Solo venía a decirte que no te ilusiones con Stiles.

Derek podía sentir cómo cada músculo de su cuerpo se tensaba.

—Vete a la mierda.

—Hablo en serio, Hale. Él y yo volveremos a estar juntos.

Sin poder evitarlo, una carcajada sonora salió desde el fondo de su garganta. Theo se cruzó de brazos.

—Lo siento, solo es que no tienes ni la menor idea de lo estúpido que sonaste.

—Ríete todo lo que quieras, solo no digas que no te lo advertí. Él volverá a ser mío.

—¿Tuyo? Stiles es una persona, no un objeto. No es un maldito premio que puedas reclamar. —El enojo de Derek solo aumentaba más y más.

Theo rió.

—Oh, lo haré, créeme.

Derek se cansó y en menos de un segundo tenía al chico estampado contra la pared, rodeando su cuello con sus manos. La cara de Theo estaba roja, a nada de ponerse morada debido al poco aire que llegaba a sus pulmones. Era increíble cómo Derek solo podía ver rojo; jamás había imaginado llegar a este punto de violencia por celos.

Theo lo sacaba de sus casillas, acababa con su paciencia más rápido de lo que lo hacían Cora o su tío Peter. Pensaba que Peter era el único que podía hacerlo estallar de rabia así, pero estaba equivocado. Su tío estaba en segundo lugar; ahora Reaken lideraba la lista.

—¡Joder, Derek, suéltalo, vas a matarlo!

De no haber sido por Boyd e Isaac, Derek estaba casi seguro de que hubiera matado al castaño o al menos lo habría dejado inconsciente un buen rato.

—Aléjate de él —advirtió. Aún tenía a Boyd e Isaac sosteniéndolo de los brazos.

Theo tosió, intentando llenar de aire sus pulmones.

—No lo haré... ¿Acaso temes perder contra mí? —Theo rió aún tosiendo—. Tú lo dijiste, no es un premio que podamos reclamar... Pero sí me lo puedo ganar.