El Descenso

Por la noche

Cecilia se despierta a media noche sin aire, con el pulso acelerado. Le duele el pecho como si un puñal le atravesara el corazón. Cómo si una gran fuerza le apretara por dentro el alma y quisiera ahogarla. Se vuelve a dormir.

Amanece y su primer movimiento al despertar es llevar su mano al pecho para comprobar que no hay nada atravesándola.

Se levanta y hace lo que una chica normal hace aunque para ella es poco. Va al baño, desayuna, se viste y se sienta a estudiar online.

La presión sigue ahí, lleva con ella mucho tiempo... Quiere que desaparezca, pero no sabe cómo hacerlo.

Deja de estudiar y empieza a analizar cómo ha llegado a esto.

* * * * * *

Hace 10 años.

Cecilia creía desde pequeña que el amor era mágico, un príncipe azul que defendía a su princesa y la elegía por encima de todo y de todos.

En su adolescencia es una chica sociable, coqueta. Si un chico se le insinúa ella no se siente incómoda, se siente alagada. Ha tenido que rechazar a varios pretendientes porque no parecían el príncipe que buscaba.

Con 17 años, tiene una vida feliz. Estudia y pasa el tiempo con sus amigos a los que pide consejo constantemente.

Marian, su mejor amiga y confidente. Morena, con curvas, una autentica preciosidad. Para los temas del amor es increíble. Con 14 ya había perdido la virginidad con su pareja y siempre tiene una confianza en sí misma digna de admiración. Cuando está soltera no tiene ningún problema en coquetear con cualquier chico atractivo que conoce. Cecilia la admira, ella sólo había besado a un chico y porque eran "novios".

Pedro, un chico moreno muy alto y sincero. Lo único que le gusta es el deporte, verlo y practicarlo. Y las chicas, se le van los ojos constantemente. Cuando tienes un problema es el primero en acudir.

Javi, el guapo, tímido y un poco payaso. Siempre está de broma pero en el fondo es un chico muy sensible. Con él se puede hablar de todo.

Un día debatían sobre el "amor a primera vista". Cecilia tenía claro que por ahí había un príncipe azul buscándola, aunque ese concepto le parecía un cuento imposible de creer.

- ¿Cómo vas a enamorarte de alguien que no conoces solo con verlo? Venga ya...

- Que si Ceci. No se sabe cómo pasa pero pasa. Puede ser tu amigo de la infancia o un completo desconocido, lo miras y pum. - Explicaba Marian.

- ¿Te ha pasado? - Preguntó Javi.

- Yo me enamoro de todo buen culo que veo.

- ¡Eso no cuenta Pedro! - Gritaron los tres.

- Si es un antiguo amigo lo puedo entender, pero un desconocido... No sabes nada de esa persona, te enamoras ¿de qué? ¿De su físico? El amor es algo más que el aspecto. - Cecilia no estaba convencida.

- Creo que estamos de acuerdo en que lo primero que vemos es el físico, es inevitable. - Argumentaba Javi. - Y cuando conoces a esa persona ya sabes si te gusta su forma de ser o no.

- Estamos de acuerdo. - Continuaba Marian - Pero esto es otra cosa, puede que ese amor a primera vista sea por el físico, no lo sé. Es cómo las madres cuando ven por primera vez a su bebé.

- Creo que ahí te has desviado... - Intervino Pedro - Una cosa es tu hijo y otra un posible polvo.

- Tu siempre con lo mismo - Echaron a reír.

Cecilia tenía claro que eso no podía pasar, tenía que ser una mezcla de hormonas o producido por alguna sustancia del cerebro... Eso no le iba a pasar a ella.

¿O sí?