;; Freedom or Devotion? || × Fyolai, BSD

Freedom or Devotion?

Notas de la autora:

Esta historia ya la publiqué en una comunidad de Amino, pero sé que allí llegaría a un máximo de 40 lectores o menos, por lo que decidí traerlo a mi Wattpad también.

La relación que los personajes mantienen no está muy definida en el escrito, digamos que son amantes o una posible pareja ¿.

No estoy muy orgullosa de este trabajo, pero es el más reciente que tengo, so...

Otro pequeño aviso, no hay sexo explícito, aunque se deja caer, por eso es que le puse Mature (?. Está ambientado a un público de 15/16 años o más.

Dicho esto, os dejo con la lectura. Que la disfruten :)

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Era una gran habitación, iluminada por dos enormes ventanales que no tenían ninguna cortina que bloquease la entrada a aquella luz brillante. Las losas que conformaban el suelo eran de mármol, más concretamente, parecía mármol de Carrara: una roca italiana carísima reconocida por su pureza y color blanquecino puro. Respecto a muebles, no había mucho que mencionar, la estancia estaba casi vacía, a excepción de una silla de terciopelo rojo y un acabado dorado, y un sofá realizado con los mismos materiales que el otro asiento. Se veía que era un lugar costoso, pero impoluto y bello, perfecto para los amantes de la tranquilidad.

En la silla aterciopelada, se encontraba el ruso Fyodor Dostoievski, tocando una pieza con su violonchelo: la Suite n.° 1 para chelo de Bach en G mayor, preludio. En el cómodo asiento de al lado, le observaba su fiel compañero, otro de los miembros de la Decadencia de los Ángeles, con una leve sonrisa. Era raro ver a Nikolai Gogol tranquilo y sin causar ningún alboroto, sin duda esto se lograba cuando el moreno tocaba el instrumento sólo para él.

De hecho, en esta ocasión había sido el propio Gogol el que había ido a buscarle para que le deleitase con las notas musicales. Las otras veces, Fyodor comenzaba una pieza y el Payaso aparecía a oírle. Ya se había vuelto una costumbre para ambos.

—Dos-kun. —Llamó al músico el chico de la trenza, ganándose un leve sonido del contrario para que continuase. —¿Por qué te gusta la música?

El violonchelista se quedó pensando unos segundos la respuesta, sin dejar de concentrarse en la Suite que tocaba.

—«El objetivo y la razón de la música no es más que la glorificación de Dios y el alivio del alma».

El peliblanco observó al joven arqueando una ceja, haciéndole ver que no había comprendido lo que dijo.

—Es una frase de Johann Sebastian Bach, el compositor de la pieza que estoy realizando. —Aclaró el ruso esta vez dirigiendo su mirada a Nikolai.

Ante el contacto visual, Gogol no pudo evitar sonreírle. Estaba contento porque por fin, se sentía libre. Se dio cuenta de que, incluso tras haber logrado su anhelada libertad, sus sentimientos por el otro muchacho eran más fuertes. Y eso, le hacía feliz.

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—¡Dos-kun! ¡DOOOOS-KUUUUN!

Esa irreconocible voz para Fyodor acababa de entrar por la puerta de su habitación sin siquiera llamar. Había pillado al nombrado escribiendo algo respecto a un plan.

—Hola, Nikolai. —Le sonrió levemente. Puede que no fuese la persona más humana del mundo, pero era consciente de lo mucho que le importaba a su compañero y de que él era su único amigo.