Capítulo 3: El mejor abrazador de muslos del mundo

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Los repartidores ya conocían su rostro. Si Shen Yuan se sintiera avergonzado, se habría sentido avergonzado, pero en realidad apreciaba que ahora lo conocieran lo suficientemente bien como para poder predecir su orden habitual. A veces era demasiado difícil levantarse y hacer comida, o salir a buscarla. Levantó un saludo para todos los conductores de reparto y el valioso servicio que brindaban a los niños enfermos sin energía ni resistencia. 

Espera, ¿qué estaba diciendo? Oh, cierto, su pedido de comida para él y Luo Binghe.

Mientras el protagonista dormía hasta el final de la conmoción cerebral, Shen Yuan les había ordenado a ambos cenar. No estaba seguro de lo que le gustaba a Luo Binghe, así que ordenó un poco de todo ...

¡Eso fue mentira! ¡Por supuesto que Shen Yuan sabía cuáles eran sus comidas favoritas y las menos favoritas! ¡Fueron objeto de unos diez capítulos cada uno!

Inconscientemente, Shen Yuan evitó los alimentos que Luo Binghe odiaba y eligió los que amaba. Solo esperaba que Luo Binghe no notara este flagrante favoritismo. 

Cuando regresó a su habitación, se sorprendió gratamente de que Luo Binghe estuviera acostado exactamente como lo dejó. ¡Buen chico!  Se quedó junto a la cama y desempacó las bolsas de comida en su escritorio, antes de girarse para entregarle a Luo Binghe sus platos, oh, claro.

"Ah, espera", dijo Shen Yuan, buscando un lugar para poner el cuenco. "Déjame ... desataré una de tus manos ... ahh, ¿dónde debería ...?"

"Permíteme", dijo Luo Binghe suavemente, y tomó el cuenco de sus manos. 

"Gracias, gracias. Ahora puedo ... desatar ..."

Shen Yuan miró fijamente las manos notablemente desatadas de Luo Binghe, sosteniendo el cuenco con cuidado. ¿Se desató tan rápido? ¡Qué carajo! 

Dejó escapar un profundo suspiro por la nariz, antes de volver a sentarse abruptamente en la silla de su escritorio. "Bueno, si me vas a matar, hazlo después de la comida, por favor, ya que tengo hambre". 

Luo Binghe resopló. Con cautela, abrió el cuenco de plástico. El cálido olor de los fideos frescos flotaba, llenando la habitación con una bondad salada. 

Hubo un gruñido. Shen Yuan hizo una pausa y miró a Luo Binghe, quien parecía igualmente sorprendido. ¿Era ese su estómago? 

Shen Yuan volvió a disculparse en silencio. Lo siento, protagonista, por hacerte sufrir por algo tan mundano como el hambre ... tu dignidad ... tu honor ...

Comieron en silencio. Shen Yuan no se atrevió a llamarlo un silencio amigable, pero ahora que había aceptado su muerte, era mucho más fácil sentarse y disfrutar de su comida. Después de todo, ¿cuántas personas pudieron cenar con el protagonista de su favorito ... su novela menos favorita? ¡No muchos! Y Shen Yuan tenía cien preguntas para él. Como ... ¿realmente amaba a todas sus esposas? ¿Cómo se sintió cuando puso su sangre en otra persona? ¿Cómo diablos siguió tropezando con todas las flores y hierbas de papapa en la naturaleza? ¿Lo estaba haciendo a propósito? 

Luo Binghe sorbió elegantemente sus fideos y luego dejó su tazón a un lado. Miró a Shen Yuan, quien parpadeó. ¿Más comida? Más comida. Pasó los cuencos de cosas extra que había pedido.

"Senior ha hecho un gran gasto para mí", dijo Luo Binghe, señalando que Shen Yuan solo había terminado una cuarta parte con su tazón. Lo rechazó fácilmente. 

Programa de rehabilitación de protagonistas  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora