And don't call it a spade if it isn't a spade

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Desde aquella noche,
vernos fue nuestra rutina.
No te fijabas
en si lloraba sangre,
o pintaba moratones en mi piel.
Solo me hablabas de cosas banales,
a mi me encantaba escucharte.
Con tu guitarra,
tocabas canciones preciosas.
Hermosas... casi tanto como tú.
Pero muy tristes.

T H E  C I T Y || Matty HealyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora