Capítulo 4: tacenda

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"¿YA ME HAS remplazado?"

"No." Mina respondió de forma corta, verdadera.

"¿Entonces cómo es posible que te apenas te he visto estos últimos días?" Sana hizo un mohín. "Ni siquiera quieres ir al club otra vez."

¿Alguna vez Mina quiso ir al club? "No hago mucho ahí. Solo bebo y luego me voy."

"Sí, " Sana tomó asiento al lado suyo, dejando de lado su armario. "Me daba cuenta que básicamente lo odiabas. Pero era una excusa para sacarte de la casa."

Ah. Bueno eso tiene sentido. Mina rascó su cabeza. "¿Cómo lo supiste?"

"No eras especialmente sutil."

"No lo odio, " Mina intento corregirse pero Sana sonrió, apretando su brazo. "Solo pienso que no pertenezco allí."

"Lamento haberte arrastrado todo esto tiempo."

"Nah, tenías tus razones, " Concuerda con que si Sana no se hubiera empezado a invitar a si misma hacia el corazón de Mina, puede que nunca hubiera abierto la puerta. "Además, era una cosa buena, en serio. Aún si fue difícil."

Sana deja su cabeza descansar contra el hombro de Mina. Sana huele como estos sprays llamados "brisas de océano" que realmente nunca son huelen como el océano o una brisa. Pero huelen bien y a Mina le gustan.

"¿Te está yendo mejor últimamente?" Sana pregunta y lo único que Mina hace es asentir. No piensa que lo hace pero no le gusta ver a Sana nerviosa.

"Más o menos." Tampoco quiere mentir.

Sana murmuró algo y asintió. Mina extraña a Sana. Puede que se esté sentando al lado suyo pero realmente está muy adelante de ella. Mina la ha observado salir de su vista, caminando más y más lejos, mientras que sus pies siguen plantados en el mismo lugar.

Ah. Bueno. Ella supone que así es como su vida tiene que ser.

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El reloj marca las doce en punto y es técnicamente un nuevo día. Para Mina, no existe algo como eso.

Mina no ha tocado crayones pastel desde hace un largo tiempo. El arte cayó junto con el baile y ni siquiera puede recordar dónde se encuentran sus dibujos. Su madre empacó un par de viejas libretas con ella cuando se movió de país pero no las ha usado desde entonces. Mierda, ni siquiera sabe si todavía las tiene.

Aun así las buscó, sorprendiéndose a sí misma pero lo intenta justificar (como hace con la mayoría de las cosas). Sería rudo no usar un regalo.

Cuando las encuentra, se sumerge totalmente. Ella olvidó la felicidad que tenía cuando agarraba un pincel. Oh, y las acuarelas; Mina encuentras unos asquerosos dibujos de zapatillas de ballet. Tenía cero conocimientos sobre cómo usar el medio y sigue sin tenerlo. Quita una hoja y observa el blanco papel. Los pastel están al lado suyo y suspira.

Algunas personas temen empezar algo porque están asustadas de la conclusión, el resultado final. Otros simplemente no saben que dibujar. Mina nunca ha sido como las primeras, siempre las segundas.

Por alguna razón, lo único en lo que puede pensar es Chaeyoung, quien tiene los rasgos perfectos para los suaves crayones pastel. De alguna manera, Mina siente que Chaeyoung está memorizada en su interior, casi como viejas rutinas.

Puede ser un regalo, ella se asegura antes de empezar a bocetar la cara de Chaeyoung. Mina siempre ha encontrado la cara de Chaeyoung hermosa. En papel, para como una memoria distante pero igual de linda.

Hiraeth || MiChaeng ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora