Adelante

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"El caer a un vacío y no saber cómo salir o agarrar de esas manos que te sostiene con la fuerza que tú necesitas"

La recamara estaba vacía y fría, cortinas corridas para que no entrara la luz. Su cuerpo despolamado en la cama, con sus ojos cerrados pero no dormido. Así fueron los siguientes tres días, su celular sonó en varias ocasiones, lo ignoro por completo hasta que ya no se escuchó más, supuso que se había quedado sin batería, y no hizo afán por cargarlo. Tenía las mismas prendas de aquel día en el que su hermano, no, mejor dicho Sukuna, le había dicho lo poco valioso que era. Bajo un poco de peso, no había probado nada a excepción de agua, el apetito se había fugado, no tenía ganas ni fuerza para ir a buscar algo que comer. Si iba morir ahí mismo, no haría algo al respecto para impedirlo.

Abrió sus ojos por unos segundos para después volver a cerrarlos, ahí estaba él, en un estado depresivo e ignorando todo a su alrededor. Incluso de que alguien había forzado la puerta de la casa para entrar.

Sus ojos ahora sí estaban cediendo al sueño, y estaba a punto de cumplir esa petición, si no fuera por la voz que se escuchaba a lo lejos. Pensó, que lo mejor era ignóralo, tal vez era producto de su imaginación. Pero, no contó con que una fuerte presencia entrara a la habitación, quitándole todo lo oscuro a está.

Yuuji!"

Abrió sus ojos totalmente desorientado ¿Esa era la voz de Nobara? No, no lo podía ser.

Yuuji, pero que mierdas!"

Si, esa era la voz de la beta. De un momento a otro, la gruesa cobija que lo cubría fue aventada por una fuerza increíble, y tirada al piso. Delante de él, una chica de pelo corto y de un color que nunca supo diferenciar entre café o naranja, estaba con sus brazos en jarras y con el ceño profundamente fruncido.

"¿Sabes cuántas llamadas te he hecho? ¡Muchas! Vas a tener que pagarme el plan... ¿Porqué carajos no contestabas? Me preocupaste, estúpida. No llegaste a las clases, y no atendías el teléfono. Tuve que colarme a la oficina del director a robar tus datos, porque todavía no me habías dicho dónde vives... Ahora, ¿Que mierdas a sucedido?"

La voz de su amiga solo hizo eco dentro de él. Tomo asiento en el colchón, y miro detalladamente a su amiga. Si él fuera un beta ¿Sukuna aún así lo hubiera rechazado? No, no otra vez, esos pensamientos lo han estado carcomiendo . No podía seguir pensando de esa forma.

"Nobara, ¿Qué tipo de persona vez en mi? ¿Crees que debí haber nacido como Omega?

La beta ladeó la cabeza confundida, miro a su alrededor, analizando el panorama y el aspecto de su amigo. Se dió una idea de lo que podría estar pensando.

"Yuuji, no se quién te metió esas ideas en la cabeza, pero si te sientes mejor escuchando mi respuesta, está bien.
¿Qué tipo de persona creo que eres? Bueno, te puedo decir que lo que llevo de vida tu eres el único ser humano real que he conocido, y el único que me ha sabido percibir como soy yo realmente. Eres esa persona que no juzga antes de conocer, eres esa persona que está dispuesta ayudar a su prójimo... Y respecto a lo otro, siempre te dije que eso de lo del segundo género es un tema de discusión desagradable, no importa si eres un alfa, un beta o un Omega, eso no te priva del derecho que todos tenemos, el respeto. Además, yo no me acerque a ti o me hice tu amiga por ser Omega. Yo te quiero por lo que eres en realidad, un ser humano con los más sinceros y profundos sentimiento. Ese eres tu, Yuuji. Un chico que ve la luz incluso en el cuarto más oscuro. Y un mejor amigo, que nunca antes había tenido, y el que quiero atesorar por lo que me queda de vida"

°|¿Destino o amor?|°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora