Tu Alma y La Mia

Capitulo 31

Lily Evans vio pasar su sexto año en Hogwarts con una extraña combinación de insensibilidad y dolor. Era como si alguien más estuviera viviendo su vida por ella, alguien que dejó de preocuparse, mientras que la parte de ella que sí se preocupaba estaba atrapada y obligada a mirar.

El cumpleaños de Severina llegó y se fue, el primero que no habían celebrado juntos, el primer año que no le había dado un regalo a Sev. Lily ni siquiera sabía qué podría haberle dado. Los Merodeadores habían hecho un gran esfuerzo al respecto y las chicas de Slytherin colmaron a Sev de regalos. Regulus Black también se había unido a su grupo desde las vacaciones.

El propio cumpleaños de Lily llegó y se fue. Se preguntó si Sev había pensado en ella, y si alguna vez Sev la extrañó tanto como ella.

Todo había cambiado mucho. Habían cambiado mucho.

Al principio, Lily se había sentido herida y traicionada, pero eso fue mucho antes de que Potter entrara en la mezcla. Cuando Sev dijo que estaba considerando unirse a los Mortífagos, Lily lo sintió como una puñalada en el corazón. ¿Sev un mortífago? Los mortífagos odian a los nacidos de muggles y no lo pensarían dos veces antes de matarla. No creían que a personas como ella se les debería permitir practicar magia. Sev, ¿te unes a las personas que pensaban de esa manera sobre ella? ¿Cómo pudo ella?

¿Y luego Potter?

Lily había esperado que James creciera, que él y Sev intentaran llevarse bien por ella. Lily había dejado que sus sueños de niña se volvieran locos, protagonizados por James Potter, durante cinco años. Lily estaba más enojada con Potter por engañarla, pero lo habría superado antes si no hubiera sido con Sev. Simplemente se sentía como si ambos se hubieran elegido antes que a ella. ¿Había estado sucediendo todo el tiempo y solo la estaban usando como un amortiguador para sus sentimientos el uno por el otro? Lily se sentía tan usada y no ayudó que todos a su alrededor alimentaran todas sus sospechas.

Se había salido tan lejos de control y Lily ni siquiera se había dado cuenta de hasta qué punto había sido dirigido a Severina. No hasta que dos de sus compañeras de cuarto confesaron (o más bien se jactaron) de todo lo que ellas y algunas chicas de Ravenclaw le habían hecho a Sev. El patio había sido espantoso y Lily estaba tan aturdida. No había tenido la intención de reír, en realidad no lo había hecho, pero todos los demás se habían estado riendo y era mucho más fácil no pensar en que fuera real. Porque en realidad, cuando ves que algo tan horrible le sucede a otra persona, es difícil no cerrar una parte de ti mismo y mezclarte con la mafia.

Lily había estado tan enojada, pensando que James y Severina la habían traicionado de alguna manera, que no se dio cuenta de cómo los estaba traicionando. Es un duro despertar darse cuenta de que usted era el que estaba equivocado, que había cometido errores de juicio y peores errores de comportamiento. Es una experiencia dolorosa y humillante darse cuenta de que traicionó a sus amigos e incluso a usted mismo en el proceso.

Remus le dijo que Severina ya no se iba a unir a los Mortífagos. Dijo que incluso rechazó a Quien-ya-sabes en su cara. Fue un amargo alivio cuando él se lo contó y el primer pensamiento de Lily fue: ¿Por qué no había sido suficiente?

¿Había sido por James? ¿Por Potter? ¿Para el chico que la acosó durante casi cinco años? Habían sido amigos desde antes de Hogwarts, pero su amistad no había sido suficiente para influir en las ambiciones de Severina.

Sin embargo, Sev estaba más feliz ahora. Podrías ser ciego y verlo, y si no lo fueras, los anillos de promesa a juego de James y Sev habrían sido un claro indicio.

¿Por qué no había sido suficiente para hacer feliz a Sev, para mantenerla fuera de la oscuridad?

Habían sido mejores amigos. Lily le había dicho a Sev cosas que nunca le había contado a nadie. Excepto que no le había dicho a Sev que le gustaba James porque sabía que Sev estaría molesto. Lily se sentía tan tonta ahora.