Lidia y su conejo

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Un día soleado,

En un mes muy nublado,

De fin del verano,

Me desperté muy temprano.

La poesía escrita,

Dos años tarde,

Pero de letra negrita,

Y pluma que arde.

La inspiración,

De una canción,

La musa,

Que tanto me acusa,

De no escribirle poesía,

Día tras día.

Dama, mujer, y guerrera,

No es cualquiera,

De pequeño tamaño,

Pero gran corazón,

Porque así cada año,

Crece su compasión.

Hoy me ha inspirado,

Que acabando el invierno,

Y el hielo descongelado,

Viajar al averno,

Esta mal pagado.

Me han dado un consejo,

Que su conejo,

Suave, atractivo,

Objeto por el cual vivo,

Muerde al parecer,

Y no lo podre ver,

Hasta la oscuridad del anochecer.

Por ella,

por los poemas,

Por las rimas,

Y por dejar huella,

Aquí dejo,

su conejo,

Su poesía,

Su día,

Y su festejo.

Lidia te quiero,

Y lo hago con esmero,

Y por eso espero,

Que no pongas ni un solo pero.

*Dedicado a Lidia*

Poemas de mi invenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora