Capítulo I

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-¿Hay noticias sobre ella?

-Sí señor pero...

-¡Habla!

-Su familia adoptiva...

-¡¿Qué pasa con su familia adoptiva?! ¡¿Le hicieron algo!?

-Su familia adoptiva fue asesinada otra vez… Esta es la segunda vez señor...

-¡Ya lo se! ¡No tienes que recordarmelo!

-¿Qué hacemos señor?

-Mantenerla con vida. Eso es lo que tienen que hacer... Por favor... Protejanla...

-Elijah... Ella estará bien, te lo prometo...

-¡Se acabó el tiempo de visitas, lleven al prisionero a su celda!

Un hombre uniformado entro impotente por el prisionero. No hizo falta que el oficial hablará de nuevo, pues el prisionero ya estaba de pie, dio un paso y el oficial lo siguió hasta escoltarlo a su celda.  Elijah no podía dejar de pensar en su bebé, tan solo tenia 4 meses de haber nacido y ya había pasado por cosas horribles. La trayectoria hacia su celda se era un tormento para él, tener que escuchar a otros prisioneros insultarlo por algo que él no había hecho, era algo que tendría que acostumbrarse a escuchar si quería volver a ver a su hija. Al llegar a su celda se recostó en... esa cosa que llamaban cama, más bien un intento de cama, hasta un catre era más cómodo que ese colchón. Ya había intentado probar con la cama de arriba pero fue aún peor. Elijah pasó la noche observando una foto de su bebé y  un ultrasonido el cual atesoraba con toda su alma.

-Perdoname...Perdoname... Lo lamento tanto... Perdoname... Papá será fuerte... Tienes que ser fuerte mi pequeña… Papá te protegerá desde aquí… Se fuerte mi pequeña… 

Elijah apretó las fotos contra su pecho imaginando que tenía en brazos a su bebé, recordando la primera vez que la cargo, la primera vez que beso su pequeña frente, la primera vez que tomó su pequeña mano, ahogó sus penas en silencio, optó por dejar salir a sus lágrimas y liberarse un poco. 

Mientras Elijah añoraba el día en que vea a su pequeña, su mejor amigo cuidaba de su tesoro. 

-Víctor, ¿qué haces? 

- No tengo idea de como ponerle el pañal. Camila era quien se encargaba de cambiarla...

- Dejame ayudarte. Recuerda que yo cuidaba a mis cinco hermanitos.

- Gracias Ezra. Siempre puedo contar contigo.

-Por supuesto que puedes contar conmigo, soy tu esposo Víctor.

-Me encanta que lo digas. 

-Termine. Nuestra pequeña Elizabeth es toda una lindura ¿no te parece, amor?

-Es toda una belleza. Necesito tomarle una foto. Se la daré a Elijah cuando lo visite.

-Nos encargaremos de hacerle un album de fotos gigante. Le encantará. ¡También hay que grabar videos!

-...Él saldrá cuando ella tenga 25… 

-Todo por culpa de…

-No menciones ese sucio nombre.

-Lo siento Victor no quise…

-Está bien, cariño. No es tu culpa. Es la de esa basura de ser humano. 

Hojas de mapleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora