𝐧𝐨𝐭 𝐚𝐠𝐚𝐢𝐧 ౨ৎ

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Y esa es la razón por la que se encontraban en la solitaria cancha de basketball un viernes frío de octubre, ya con el sol completamente metido en el horizonte. Solo las estrellas y dos faroles alumbrando sus figuras.

Rieron y hablaron de cosas sin sentido mientras se pasaban la pelota y encestaban en la canasta.

Dos amigos que se conocían desde la preparatoria. Dos almas que se habían juntado sin pensarlo pero que comenzaron a quererse desde el primer segundo. Uno con un secreto más grande que el otro.

— Eres un asco para este juego —expresó riendo mientras se recostaba en el suelo, respirando irregularmente a causa del cansancio.

— Te he dicho mil veces que no se me dan los deportes —renegó Seungmin copiando la acción del contrario.

— Lo sé —rió aún más.

— ¿Entonces por qué te esmeras en traerme aquí todas las noches? —interrogó el más bajo.

— Porque es el único momento dónde podemos ser nosotros mismos... —susurró Hyunjin atrayendo la atención de su compañero al lado.

Después de unos segundos en silencio, éste preguntó:

— ¿A qué te refieres?

— Ya sabes. Estudiamos en alas diferentes, por lo que no nos vemos mucho. Eres el presidente del consejo estudiantil y debes actuar como un modelo a seguir para todos... cuándo solo yo sé el desastre que en realidad eres... y este momento es el único en el que te veo sonreír sinceramente.

— ¿Te estás adulando? —preguntó divertido.

— ¡No! —rió— Me refiero a que no tienes que fingir conmigo porque te conozco mejor que nadie.

El silencio volvió a reinar y el más bajo suspiró con una sonrisa en su rostro observando el espectáculo de estrellas que el cielo les brindaba.

— Tienes razón —confirmó mientras se levantaba del suelo— No puedo fingir contigo, soy un asco para los deportes pero agradezco que hagas esto.

— ¿Hacer qué? —interrogó Hyunjin poniéndose de pie.

— Agradezco que a pesar de lo cansado que estés siempre tienes tiempo para mí —sonrió.

Hyunjin sonrió y revolvió su cabello con cariño. Seungmin tembló ante su tacto. Sonrió mirando hacía el suelo y sin pensar en lo que pasaría después se lanzó hacía este juntando sus labios en un pequeño e inofensivo rose. Los segundos pasaron y al notar que no había reacción del contrario; tomó la decisión de arruinar su amistad completamente.

Llevó sus manos a la nuca del más alto y movió suavemente sus labios sobre los contrarios. Le sorprendió demasiado cuando pudo sentir como estaba siendo correspondido.

Sus labios danzaban sobre los contrarios y el calor en sus pechos era reconfortante. Era el enorme "te quiere" en su cabeza que le hizo sonreír en medio del beso. Lo que bastó para que Hyunjin pensara en lo que hacían.

— Esto... no está bien —expresó con la respiración entre cortada mientras se alejaba del otro— yo... no te quiero de esa manera —dijo sin más y se fue.

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