shine, sparkle, splendor ✧ taekook

único.

"¡Príncipe Minho!"

El fuerte grito resuena en los pasillos del palacio, alertando a todo el personal. Los sirvientes se detienen en sus caminos y tratan de ver de qué se trata toda la conmoción.

Sin embargo, todo lo que consiguen vislumbrar es una diminuta figura, con los brazos y las piernas blandas, con el pelo castaño suave que se tambalea con cada paso que da, el pequeño príncipe.

La pequeña figura corre alrededor de los pasillos de mármol, riéndose, los ojos convertidos en pequeños crescentavos mientras corre y corre, los pies desnudos golpeando contra el mármol frío.

"¡Mi príncipe! ¡Por favor espere!"

Nuevamente el grito frenético cae a oídos sordos mientras el pequeño alfa continúa corriendo, ignorando a su acompañante detrás. Sus sedosas túnicas reales revolotean detrás de él, hermosos amarillos pastel, decorados con bordados dorados que brillan bajo el sol de la tarde.

Mientras el principito corre, los bastones frenéticamente se alejan de su camino, como para darle al príncipe todo el espacio que necesita. No es hasta que llega a la biblioteca del palacio que el pequeño Minho detiene su trascurso.

Cesa su andar ante las enormes puertas de madera de la centenaria biblioteca. Jadea mientras ajusta sus túnicas, sus pequeñas manos apretando hábilmente el nudo de su bata mientras se prepara para llamar a la puerta de madera frente a él.

Pero incluso antes de que se mueva para llamar la puerta, esta es abierta de golpe sobresaltando al joven príncipe, haciéndolo gritar de sorpresa mientras da un paso atrás.

Las puertas se abren y allí está su consejero más confiable, Jung Hoseok. El sabelotodo del palacio, del reino, del mundo entero quizá, de pie frente a él. Hoseok es un beta considerado como la persona más inteligente y sabia de todo el reino.

El consejero mira a Minho, ajeno a la forma en que un mechón de cabello cae por su frente, con los ojos curiosos mientras está de pie allí con tres libros gruesos en sus manos.

"¡Ah, mi príncipe!" El beta sonríe, hace una pequeña reverencia. "¿Cómo puedo ayudarlo? ¿Qué le trae por aquí en la biblioteca?"

Minho sólo tiene tiempo para tomar una respiración aguda y tragar antes de decir frenéticamente y con un tono de desesperación entrelazando su voz.

"¿Es verdad? ¿Está de vuelta? ¿Está de vuelta el rey?" Pregunta tras pregunta caen de sus gruesos labios, con los ojos bien abiertos mientras mueve la mano para enfatizar la urgencia de sus preguntas.

"Respire mi príncipe... respire." Hoseok ríe arrugando sus ojos. Se pone de cuclillas para quedar nivelado a la altura de Minho y despeina su suave cabello.

"¿Entonces? ¿Está de vuelta? ¿Es verdad?" Minho no le presta atención al consejero y sigue rebotando en sus pies, con los ojos esperanzados.

Hoseok rió de nuevo y asintió un poco.

"Creo que es verdad, mi príncipe. El rey, de hecho, ha vuelto."

"¿Lo hizo?" Los ojos de Minho se abren de par en par en estado de shock, la boca se abre en un jadeo mientras sus pequeños dedos instintivamente se inclinan hacia adelante para sostener el hombro de Hoseok, sorprendiendolo.

"Así es" Afirma mientras sostiene a el pequeño alfa por la cintura para estabilizarlo. Sin embargo, Minho no puede contener su emoción, el príncipe solo salta sobre sus dos pies, saltando de alegría mientras su rostro se tuerce de pura felicidad.

De repente, detiene su pequeña danza de alegría y se vuelve hacia el beta una vez más, los ojos de repente se abren de par en par por la emoción.