Tal Vez Fue Un Error

prólogo

Diciembre                                    13/04/2016.

desconocido.

—¿Que fue lo que le pasó señorita?—pregunto el alguacil del pueblo.

—ya se lo he dicho estaba dando una vuelta en el bosque, me tropecé con una roca y me caí.— tenía un poco de miedo, que se diera cuenta que le estaba mintiendo.

—Si pero es incoherente que me diga eso, no tienes heridas tan graves como para decir que toda esa sangre es tuya.— y sí tenía razón tenía sangre por todo mi cuerpo, o al menos más sangre de la que pensaba.

— lo se, ya le dije sr. Oficial, en donde me caí habia un charco de sangre con restos de algún animal, se lo prometo, por eso lo llamé, se que es un delito cazar en esa zona y más si son animales en peligro de extinción.— me miro con cara de que no me creyó, y la verdad es que ni yo misma me creería la estupidez que acabo de decir, pero fue la primera cosa que se me vino a la mente.—de verdad, estoy muy incómoda con esta ropa y en este lugar, solo... quiero irme, ¿si?, la verdad no he hecho nada malo, ¿usted piensa que yo pude hacer algo malo?, mirarme, por favor, solo quiero irme.— sabia que estaba cometiendo un delito al mentirme a un oficial y al negarle información, pero era mentirle o morir, y claramente no quiero morir. Al final me dejaron ir, solo que pidieron una muestra de la sangre que tenía encima, en otro caso me hubiera asustado, pero todo ya estaba planeado para que si diera como sangre animal.

Afuera me estaba esperando el chico, mi chico. Al verme solo me sonrió, me abrió la puerta de su coche, al cual inmediatamente subí. Sabia que lo que hacíamos no estaba del todo "bien", pero yo haría cualquier cosa para verlo feliz, y si eso lo hace feliz pues lo haré.

Llegamos a casa y el se bajó primero, sabia lo que quería, así que me quede en el coche esperando..., el abrió la puerta de mi lado, sacándome de su auto y cargandome como una princesa,subió las escaleras del porche y las del pasillo, hasta llegar a su habitación, cuando llegamos el le puso pestillo a la puerta llevándome hasta el baño, aveces cuestionaba que tan fuerte podría llegar a ser, me dejo en la tina, haciendo  un ademán con sus manos para que empezara  desvestirme, el abrió la cortina metiéndose con migo en la bañera, ya estoy más que acostumbrada a verlo desnudo, al igual que el a mi.

Se recostó en un lado de la bañera, invitandome a sentarme en medio de sus piernas, y eso hice, apoyando la parte de atrás de mi cabeza en su pecho.

—¿Sabes algo?—dijo trazando circulitos en mi cintura, empezando a subir hacia uno de mis pechos.—¿Que?— le pregunte. Me dio un beso en mi cuello, mandando señales eléctricas hacia todos lados de mi cuerpo—Eres muy sexi, Bonita.