"Esto es mucho más difícil sin ti, ¿cómo voy a aguantar otra semana?" Daisy metió otro puñado de chips de naranja, lamiendo cada dedo de polvo. La bolsa azul se colocó a su lado mientras balanceaba su teléfono sobre un vientre hinchado.
"Pareces estar haciéndote un lío sin mí, cerdita." Ash descansaba en una cama desconocida, su largo cabello negro deshecho de un largo día. "Dijiste que estabas llena hace diez minutos, pero aquí estamos".
Daisy se llevó la palma de la mano al estómago, sintiendo los rugidos de la digestión hacer cosquillas en la punta de los dedos. Ash tenía razón. No siempre podía estar presente, pero de alguna manera en el último medio año su cuerpo había sido moldeado por los mimos de su ama. Todos los rasgos en ciernes que Ash había nutrido estaban floreciendo en un Adipose Spring. Sus brazos y muslos eran gruesos y robustos en su cuerpo corto, sin embargo, cada vez que levantaba los brazos, se hundían con nudos de grasa. La barriga de Daisy era redonda, sin duda, y Ash había hecho todo lo posible para eliminar las estrías con un masaje, pero aún así le caían como lluvia contra el cristal de una ventana.
—... bebe en la nevera hasta que vuelva. Buenas noches. Te extraño, Dais." La llamada se apagó.
Los ojos de Daisy se abrieron, pero aún no podía admitir su hambre. Fue difícil, sin Ash cerca, para ella alcanzar realmente su capacidad. Las fiestas la llevaban con mayor frecuencia a una neblina aturdida de la que su voluntad era su único salvador. Esta noche todavía necesitaba más antes de que el sueño pudiera hincharla adecuadamente.
Ella estaba comprometida.
Daisy agarró una botella y una caja fría de galletas del refrigerador, sacudió—
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CRASH!
¡SONIDO METÁLICO!
Ninguna luna brillaba en la oscuridad.
"Umph ... mmmmm. Umph, munch munch, umph!"
La carne y la cerámica sonaron.
"¡BEEEEEEEEEEEELCH!"
Una cabeza se abalanzó sobre un tazón para servir.
"¡Eeeeeeee!"
Una figura redonda rodeaba todos los ángulos.
SLUUUUURP!
Agarró por más cuando todo se había ido.
¡SONIDO METÁLICO!
¡CHOQUE!
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El sol picó los ojos de Daisy, provocando que su mente se agitara. Su espalda se hizo un nudo y se retorció, por lo que bajó una mano con dolor.
"Qué camión me golpeó, maldita sea ..." se soltó y se sentó, concentrándose en su entorno.
"Mierda."
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Como Pegamento
FanfictionDaisy, una alimentada, niega un síndrome que ya no le permite perder peso. Su pareja, Ash, descubre el fetiche secreto de Daisy y decide abrazarlo, sin saber cómo transformará su amor para siempre. Historia original y perteneciente a AspiringSow
