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"No puedo creer que estemos de vuelta aquí." Silver dice y mira su antigua casa. Oye a su primo suspirar.
"Sí, yo tampoco. Ahora tengo la custodia total sobre ti, tendrás que ir a la escuela mañana."
Silver gime. "¿Por qué me haces eso?" Derek se da vuelta y la mira.
"Porque tienes que graduarte, es lo que tu papá hubiera querido." Ella se cruza de brazos.
"No hables de mi papá." Ella dice antes de caminar hacia lo que queda de la casa en la que creció.
Derek suspira, sabía que siempre sería un tema delicado para ella. Cada vez que alguien menciona a Peter, ella se cierra. Crecer no fue fácil para ella, soñaba todas las noches con su familia gritando, viendo a su papá arder en la casa. Estaba vivo, pero no para Silver. Sabía que él nunca sería capaz de rodearla con sus brazos, solo estaría sentado en una silla y miraría frente a sí mismo, sin poder moverse.
Ese pensamiento rompió el corazón ya roto de Derek, Silver era la única familia que le quedaba ahora que Laura también se había ido. "¿Quieres ir a verlo?" Le pregunta cuando la sigue a la casa.
"Yo ..." Ella mira hacia abajo. Derek coloca su mano sobre su hombro.
"Estaré justo a tu lado." Él le dice a ella.
"Okey." Ella dice. La idea de verlo la asusta. Cuando era más joven, los médicos no le permitían verlo porque era demasiado joven. Sabía que su cuerpo estaba cubierto de quemaduras, pero nunca supo qué aspecto tenía.
No había visto a su padre en años.
Llegan al hospital; una enfermera los lleva a Peter. Silver agarra la mano de Derek cuando ve a su padre sentado en una silla de ruedas. "Ay Dios mío." Ella se acerca a él. "¿Puede oírnos?" Le pregunta a la enfermera.
"No lo sabemos." La enfermera le dice. "Los dejo a los tres solos".
"Papá, espero que puedas oírme." Silver siente lágrimas en sus ojos cuando él no responde. "Soy yo, Silver, tu hija. Yo ..." Cierra los ojos, los siente arder y una lágrima rueda por su mejilla. "No puedo hacer esto, Derek." Se pone de pie y se vuelve hacia su primo. "No puedo." solloza. Rápidamente envuelve sus brazos alrededor de ella y la atrae en un abrazo. "Lo extraño, lo extraño mucho." Él asiente y la deja llorar en su pecho.
"Deberíamos irnos a casa." Él le dice a ella.
———
"Despierta, bella durmiente." Silver dice cuando ve a su primo dormir en uno de los sofás que sobrevivieron al incendio. "Tienes que llevarme a la escuela". Gime pero se levanta. Ella sonríe en victoria y camina hacia su bolso.
"Me arrepiento tanto de dejarte ir a la escuela." Derek dice, definitivamente no es una persona mañanera.
Silver se encoge de hombros y lo sigue hacia su auto. "Quizás deberías darme mi propio auto, entonces. O déjame manejar el tuyo." Él pone los ojos en blanco.
