Love me...?

Twenty

Felix partió camino al bosque que ya se encontraba un poco oscuro por la hora, seguía la cabellera gris que poco a poco se perdia. Después de un rato el rubio no vio al peligris, pero lamentablemente para el, su respiración agitada se escuchaba delatando su escondite.

—¡Te encontré Channie hyung! -el rubio le tapó la boca y le volvió a atar las manos-

El peligris intentaba soltarse y pedir ayuda, lo cual le era imposible por tener la boca cubierta de cinta. Había muy poca luz, dificultando ver con claridad al mayor.

Lix no lo pensó y saco la pequeña navaja que siempre cargaba desde el incidente con su padre, y sin pensarlo dos veces... Clavo la navaja en el pecho del peligris, haciendo que este soltara quejidos por el dolor. Así siguió, clavando la navaja con satisfacción por todo el cuerpo del mayor. Chan en cualquier momento moriría o ya lo estaba haciendo.

—Lamento mucho esto Channie -sonrió- pero no me dejaste de otra -se limpio las varias manchas que tenía de sangre en el rostro-

—Dios Felix ¿En serio? -el azabache se encontraba sorprendido pero no tan sorprendido, sabía de lo que era capaz-

—Shh -río- ¿Trajiste lo que te pedí?

—Si... Ahora entiendo para que es la pala -suspiro-

Chan iba llegando a la estación, estaba demasiado agitado, pues había llegado corriendo desde la casa de Felix. Cuando vio que el chico que se supone que lo iba a reemplazar llegó, le ordenó que corriera al bosque... Esperaba que estuviera vivo pero aún así no lo tenía como una opción.

Cuando llegó se sorprendido al ver la estación demasiado tranquila, le pareció extraño pero al ver la silueta de su amigo dentro sonrió y entró.

—¡Jinnie te dije que si iba a salir! -río- estoy.... -no pudo continuar la frase ya que se percató que las paredes tenian manchas de sangre, el piso tenía manchas también- Jinnie... ¿Estas bien? -el peligris se preocupo demasiado a pesar de haberlo visto dentro-