Lo Que Vivimos.

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En estos momentos Miranda se preguntaba por que no había llevado un abrigo que la protegiera mas del frio, se sentía enojada por que su familia le había dicho que se encargara de ir a comprar las cosas que faltaban para la cena, a mitad de la noche.

Con a penas un buzo morado, una remera lisa blanca debajo y unos pantalones que parecían abrigados aun seguía sintiendo frio, claro.. Como no sentirlo si era una de esas frías de mayo. 

Se abrazaba a si misma para protegerse del frio y con la bolsa del almacén en la mano se adentro a una calle oscura, la calle donde a la vuelta se encontraba su casa.

Ella en lo único que podía pensar era llegar a su casa, entregarle las cosas a su papá e irse a su habitación a leer mientras esperaba la cena, solo quería estar en su cama descansando leyendo un libro, escuchando música o jugando con su hermano menor Ramiro quien de vez en cuando la iba a molestar aunque eso ultimo es lo que menos quería ahora, solo quería estar relajada metida en su mundo.

Pero de pronto ya no se sintió sola.. Escuchaba pasos ¿detrás? ¿en la calle de enfrente? Giro su cabeza para todos lados buscando de donde provenían esos ruidos pero no vio nada ni a nadie. Siguió caminando algo nerviosa por la calle, aquella calle larga, estrecha y oscura la cual a penas era iluminada por unos pocos postes de luz.

Cuando se sintió mas tranquila, bajo la velocidad de su caminata al haberla comenzado a aumenta al escuchar esos ruidos y siguió normal.. Cuando nuevamente su corazón volvió a exaltarse, el sonido de una moto la agarro desprevenida, se asusto tanto que los nervios ya le recorrían todo el cuerpo, comenzó a correr pensando que esa seria una buena forma de escapar por si era victima de algún robo, secuestro, abuso, asesinato, o peor todo eso junto.

Al correr con tal de esconderse lo mas rápido posible de ese ruido se desvió a un callejón sin salida y completamente oscuro, saco rápidamente su celular de su mochila y ya le estaba por mandar su ubicación a su amiga Clara, su mejor amiga de toda la infancia por si pasaba algo que la llevase a alejarla mas de su hogar, pero al girar su vista a la calle del callejón y con los ojos cristalizados con las lagrimas que amenazaban con comenzar a salir pudo ver como la moto de un repartidor pasaba de largo.

Se quedo unos minutos en el callejón acuclillada en el suelo con el rostro escondido entre las rodillas mientras lloraba. En cuanto logro tranquilizarse pudo avisarle a Clara sobre la situación, pero Miranda decidió que esta vez seria valiente, debía ser valiente solo faltaba mitad de cuadra y doblar en la esquina para llegar a su hogar sana y salva de la situación. 

Reunió toda su valentía y se levanto del suelo limpiando su rostro para ya no dejar rastro de lagrimas. Respiro hondo, salió del callejón y comenzó a caminar hasta su casa intentando mantener la calma.

al terminar aquella calle logro doblar en la cuadra de su casa pero en cuanto la doblo su corazón y cuerpo quedaron paralizados. Una silueta de un hombre estaba recargada en la pared, "Es mi fin" Se repetía en la cabeza, las lagrimas nuevamente comenzaron a salir y al intentar retroceder cayó al suelo golpeándose un poco, su vista borrosa solo pudo visualizar como la silueta de ese hombre se acercaba a ella.. "No, No, No.." Comenzó a decir observando como el hombre estiraba su brazo hasta ella la cual por reflejo cubrió su rostro con sus ante brazos.

El miedo era muy fuerte, pero una voz la hizo salir de sus pensamientos, sus pensamientos donde imaginaba todo lo que le iba a pasar justo a unos metros de su casa. Reconoció inmediatamente esa voz, era la de su hermano mayor Ezequiel, quien la sacudía para que reaccione al estar en estado de shock.

Miranda al observar mejor a su hermano luego de limpiarse las lagrimas y rápidamente se aferro a el abrazándolo fuerte, tan fuerte que parecía que no quería soltarlo nunca en su vida.

Su hermano claro no sabia por que su hermana actuaba de esa forma pero la abrazo igual de fuerte al sentir como su hermana estaba temblando del miedo y llorando en su hombro.

En cuanto Miranda se tranquilizo su hermano le pidió explicación de por que estaba así, entre hipidos y alguna que otra lagrima Miranda logro explicarle lo que le había sucedido, como se había sentido, su hermano no podía mas con la preocupación que sintió por verla así y nuevamente la abrazo explicándole que su madre le había dicho que la espérese en la entrada de la casa para asegurarse de que había llegado sana y salva.

- Ya estas en casa.

Susurro su hermano.

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