Entro al departamento, veo todo como lo deje, hay sangre en el piso de la cocina, me acerco a ella, me siento a su lado, apoyo la cabeza en el mueble que hay detrás de la mancha roja, la toco, me hace revivir el momento, cuando lo vi tirado, inconsciente, escucho mis gritos, "No me dejes" pude decir después de revivir esa escena, mis labios se entre abren.
-No me dejes Oikawa-Suspiro, es lo único que puedo decir, miro la mancha, la miro con furia, me levanto rápido, agarro una esponja mojada, empiezo a frotarla contra la sangre, mi furia me supera, me duele verla allí, como si nada, la saco después de haber frotado por 15 minutos, vuelvo a apoyar en el mueble, doblo mis rodillas, las abrazo y me dispongo solo a llorar.
Las horas pasan, me paro del piso y voy recorriendo la casa, la siento tan vacía, la cama esta desatendida, como la dejamos, siempre la desatendimos por saltar juntos en la cama, me encantaría volver a hacer eso, la tiendo con un dolor en el alma. Termino y me acerco al armario, agarro una de sus remeras, mejor dicho, la de la selección Argentina, adentro mi nariz en ella, huelo el típico olor de Oikawa, la abrazo como si mi vida dependiera de ello, salgo al balcón, el lugar favorito de mi prometido, le encantaba la vista hacia la playa, me quedo un rato largo allí, con su remera, sentado donde el se sentaba, estoy pendiente al teléfono, quiero saber si hay novedades, pero empiezo a volver a recordar, las noches de frío el y yo tendíamos una manta en frente de la chimenea, nos dormíamos viendo el fuego, sus brazos me cubrían del frío, en esos momentos me sentía invencible, dentro de sus brazos era imposible que algo me pasara, también nuestros días libres salíamos a restaurantes o a paseos por la playa en la noche, mirar la luna acostados en la playa era uno de nuestros paisajes favoritos, al igual que ver y escuchar las olas rompiéndose entre las rocas, allí en ese pasillo de rocas, al que nadie va, es tan tranquilo, íbamos a ese lugar para decirnos cosas lindas, o estar un rato solos, sin paparazzis , sin gente que nos molestara, solo nosotros dos.
Los minutos pasan, el tiempo corre, veo a los pájaros volar enfrente mío, vivíamos en un departamento alto, en el último piso, el 16, a Oikawa le encantaba estar a lo alto, le gustaba la vista, ver como las personas se veían tan chiquitas, sonrío al recordar eso, de pronto mi celular empieza a sonar, atiendo rápidamente.
[Shoyo ven urgente al hospital], es lo único que puedo escuchar, salgo corriendo, no me importa como me ve la gente, solo quiero ver a mi prometido, a mi futuro esposo, al amor de mi vida, corro como nunca lo hice, llego todo sudado al hospital, corro a terapia intensiva, entro al cuarto y veo a Iwaizumi con un doctor, están hablando y cuando llego me ven a los ojos.
-Con permiso me retiro-Dice y se va.
-¿Que paso?-Me siento al lado de Oikawa.
-El medico dijo que-Suspira-Hay un diez por ciento de que despierte-Me mira.
-E-el va a despertar-Sonrío dándole la mano a mi novio.
-Shoyo-Sus ojos trasmitían su dolor, su voz quebrada era el grito del alma, le duelo, nos duele.
-S-solo hay que tener fe-Mis ojos se tornan brillosos.
Ve que no puede hacer nada para hacerme cambiar de opinión, se sienta en el sillón que hay pegado a la pared, solo me mira sin emitir sonido, mientras tanto, mi ojos están centrados en su rostro, mis oídos en sus latidos y mi mente en el, deseando volver a verlo normal.

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Only you (Oihina)[Completa]
Fiksi PenggemarFanfic oihina, si te gusta el ship te invito a leerla, seguramente te gustara, al final de la historia puedes comentar como te parecio