Capítulo 1
Cuatro de julio:
2009
COMIENZO.
Estaba en mi cuarto esperando que mi madre me llamase para ir a cenar, en mi familia no celebrábamos el cuatro de julio, pero cada año disfrutábamos del ambiente festivo de la ciudad y de los fuegos artificiales después de la cena.
Solo estaríamos mis padres y mi hermana menor Cam, Hera había salido con sus amigos llegaría después de las diez, eso esperábamos todos, pues siempre acostumbraba a llegar tarde a cualquier sitio.
- Allan baja ya- gritó mi madre para que fuera a cenar.
Voy deprisa a lavarme las manos, ver a la señora Coello enfadada no le agradaría a nadie, me impresiona, al tener una apariencia tan dulce nadie creería que su temperamento fuera tan fuerte. Mi madre cariñosa y hermosa tiene un carácter difícil de llevar, algo similar al de Hera creo que por eso ambas chocaban en algunas situaciones.
Al llegar a la pequeña sala en la que estaba el comedor, puedo ver a Cam con salsa en una de sus mejillas, se veía adorable, esa noche mi padre había cocinado espagueti a la boloñesa, mi plato favorito.
Me senté a su lado para molestarla un poco.
- Sabes que la salsa va en la boca y no en la nariz ¿verdad? – digo con una sonrisa en mi rostro.
- Quítamela rubio, madre dijo que debía esperar, pero solo quería probarla – me dice bajito haciendo pucheros. Amo a mi familia con toda mi alma, estos momentos me llenan de energía. sonreí mientras tomaba una servilleta y limpiaba sus mejillas, en el momento en que dejé la servilleta a un lado mi madre entraba con un plato de galletas con chocolate y algunos dulces de leche, se sentó dejando el plato en la mesa.
Cam me miro y sonrió, me sentía extrañamente feliz en ese momento.
- Cariño, ¿podrías darme los platos? – dijo mi madre a mi padre. Observe la escena con detenimiento, seguro cualquier persona que los viera juntos sabría cuánto se amaban.
Cuando despabile ya tenía mi plato con espaguetis delante de mí y Cam salsa por toda su cara.
- No creas que no me di cuenta que metiste tus deditos a la salsa – dijo mi madre sorprendiendo a Cam – Es una galleta menos para ti pequeña.
Me carcajee, su carita fue todo un poema.
Empezamos a cenar, cada uno concentrado en su plato, deleitándonos con la deliciosa comida hecha en casa.
Estaba a punto de tomar mi vaso para darle un trago a mi jugo, al mismo tiempo que Cam se inclinaba hacia delante para coger una de las galletas; lo único que logró fue derramar el líquido en mi plato y pantalones mojándolo todo. Me pare enseguida ella se miraba sorprendida y algo angustiada, le sonreí eso pareció tranquilizarla. Dirigió su mirada de mi a mi madre quien ya estaba lista para reprenderla.
- Camil... te he dicho que no juegues en la mesa y que las galletas van después de la cena.¾ Hablo firme Everest - Vas a ayudarme con los platos esta noche, y deberes ayudarle a Allan a limpiar sus colecciones.
Gran castigo porque lo que más odiaba mi pequeña hermanita era ordenar.
Me sentía incómodo y pegajoso, debía ir a cambiarme, aunque probablemente necesitaría una ducha.
-Allan ve a ducharte, cambiare tu plato y ayudare a tu madre a limpiar aquí - mi padre señala el desastre en la mesa. Asiento y me dirijo a mi habitación.
Subí las escaleras y entre a mi pequeña habitación, revisé mi teléfono; no tenía notificaciones así que lo volví a arrojar a la cama.
Salí de allí y fui directamente al baño que comparto con Hera, mi ducha no duro más de diez minutos, terminé de vestirme y me dirigí de nuevo hacia el comedor. Al llegar al inicio de las escaleras y escuchar una voz que no se me hacía para nada familiar todas mis alarmas se activaron y lo hicieron aún más cuando la conversación tomo un sentido bastante inesperado.
- ¿Hay alguien más en casa? Everest más te vale no mentirme, no tengo ni tiempo ni ganas de estar aquí.
- Vete entonces Walker, vete y déjame de una vez en paz.
- ¿Irme dices? No sabes cuánto tiempo llevo buscándote, tu jodido padre estuvo a punto de cortarme la puta cabeza y tú me dices que me vaya.
Se carcajea, su risa es tan sarcástica y espeluznante. Intento no moverme y me esfuerzo por no hacer ningún ruido.- Así que dime Everest ¿Hay alguien más en casa?.
- No, no hay nadie más, pero eso ya debes saberlo.
En el preciso momento en que esas palabras salieron de la boca de mi madre pude confirmar que nada iba bien y los pequeños sollozos que provenían de Cam respaldaron ese pensamiento.
- Bueno... confiare en tu palabra una última vez, de verdad que no quiero hacerte esto Everest ni a ti Harry, tienen una linda familia, y deberían agradecerme que la pequeña Camil no vaya a crecer en este mundo de mierda.- Puedo visualizar en mi mente al tipo dándole la espalda a mi madre y dirigiéndose a la puerta- Corney Haz lo tu. Me causaste muchos problemas Everest.
¾ Vete al infierno Walker, deseo que tú y mi padre se pudran en la puta miseria
Desconocí el tono que uso mi madre, creía yo tan impropio de ella y... ¿su padre? Que no nos había dicho que había muerto cuando era pequeña. Me sentí completamente aturdido. Si los tipos que estaban allí en la sala intimidando a mi familia se hubieran molestado tan siquiera a dar un paso al frente y mirar hacia arriba me hubieran visto sin ningún problema, sentí que llevaba horas de pie cuando en realidad no llevaba más de dos minutos. Me perdí en mis pensamientos y salí de ellos de la peor forma, dos disparos consecutivos resonaron en el mismo instante en que los fuegos artificiales explotaron por todo el barrio.
No sé en qué momento logre llegar a mi habitación tomar mi teléfono y llamar a la policía.
No tardaron mucho en contestar cuando lo hicieron una voz monótona me hace muchas preguntas y me esfuerzo por contestarlas lo más rápido posible. Estaba empezando a desesperarme, ¡POR DIOS! Le acababa decir que probablemente les habían disparado a mis padres.
¾ Necesito que estés tranquilo la ayuda va en camino, escóndete y no hagas ningún rui... ¾
la llamada se cortó, mi teléfono se había quedado sin batería. En ese momento mi mente solo pensaba que a Hera no se le ocurriera regresar ahora.
Sentí los segundos pasar como horas, todo se quedó en silencio durante un segundo. De repente otros tres disparos retumbaron por toda la casa. Entre en pánico y exactamente dos minutos después salí corriendo hacia la mesa en la que había estado unos veinte minutos atrás, tropecé en un escalón a mitad de las escaleras, caí no me importó el dolor que sentí al llegar al final. Me levanté, al llegar a la pequeña cocina de esa también pequeña pero acogedora casa pude presenciar la escena más dolorosa y perturbadora de mi vida.
Mi familia yacía en el suelo inertes, mi padre tenía rodeada a Cam en su intento de protegerla. No pude seguir contemplando tal escena, sentí que mi espíritu murió junto a ellos.
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La Venganza De Allan
Teen FictionAllan un chico de diecisiete años se ve abrumado con sentimientos e instintos que jamás creyó sentir en su vida. sentimientos que lo motivaron y lo llevaron a ser una de las personas más influyentes en el mundo. ¿Una venganza será llevada a cabo? Es...