Oscuridad

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     Desde que tome asiento no he hecho más que mirar hacia el exterior de la ventanilla del avión y observar el hermoso paisaje que esta me brinda, la vista de las nubes desde esta altura es extraordinaria y eso sin mencionar los rayos del sol que se cuelan entre ellas, de una forma magníficamente inspiradora – Tomo una fotografía de aquella vista y respiro profundo antes de recostar mi espalda al respaldo de mi asiento, a la vez que observo la fotografía con más detalle; tomo mi cuaderno de notas y comienzo a describir el hermoso paisaje – Bueno... aunque no hay palabras suficientes para describir la hermosa inmensidad del cielo y los efectos que causa sobre mí, hago mi mejor intento – Comienzo a escribir tan rápido como puedo, observando cada cinco segundos la ventanilla para no perderme ningún detalle – Sería una lástima no tomar en cuenta lo más importante.

30 min después...

    Camino por las calles de barrio las rosas, pertenecientes al distrito San Blas-Canillejas de Madrid - Es un lugar encantador que mezcla la ciudad de concreto con la naturaleza, gracias a la presencia de árboles, aunque sean algo escasos le dan al lugar un ambiente balanceado y a lo que a mí respecta, hermoso – Me adentro al recinto deportivo por el cual vine a Madrid, el Wanda Metropolitano o tambien conocido por los locales como el Estadio Atlético de Madrid – Lo he conocido a través de fotografías, puesto que el google maps no me permite ir mucho más allá de una imagen congelada, donde me puedo desplazar solo de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, no es la mejor forma de viajar, lo admito, pero ahora me doy cuenta de que no hay comparación, el verlo con mis propios ojos, el aquí y el ahora, es impresionante, una obra maestra de la ingeniería y un alarde estructural diseñado por los arquitectos Antonio Cruz, Antonio Ortiz y por el Ingeniero Alemán Mike Schlaich.

- Hicieron magia con el estadio la Peineta – Giro hacia mi derecha ante el comentario de un hombre joven, rondando los 25 años, tal vez 27. Posee todas las características que he visto en los hombres de este lugar, piel pálida, esbelto y algo conservador. Viste un suéter color verde mar, remangado hasta sus codos, lo cual me permite observar los tatuajes de sus antebrazos y un reloj fino en su muñeca izquierda. Realmente parece sacado de revista.

- Solo lo he visto por fotografías, pero el Estadio Metropolitano frente a mí no tiene nada que envidiarle – Exclamo como respuesta a su comentario, este une nuestras miradas y puedo detallar sus ojos verde-grisáceos.

- Soy Mikael – Extiende su mano hacia mí y le devuelvo el gesto.

- Mélanie

- Es un placer conocerte – Asiento regresando la vista hacia la fachada del estadio – Entonces... Oscuridad, quieres entrar? – Lo observo algo sorprendida.

- Eres francés? – Pregunte, puesto que Mélanie, en francés significa Oscuridad

Y si, a menos que no seas francés, es inusual que conozcas su significado.

- No realmente, pero he vivido allá un tiempo, ya sabes... Te adaptas o te adaptan.

- No hay mejor forma para describirlo – Rio para mis adentros.

     Nos adentramos en el estadio y soy la primera en pisar las gradas, frente a mí el imponente estadio se hace presente como punto focal y no tardó mucho en llevar mi mirada hacia la cubierta traslucida que ilumina por completo el lugar – Eufórica es una palabra que se queda corta para poder describir lo que siento ante esta majestuosidad – La gradas forman un circulo de 360 grados alrededor de la cancha, en la cual predomina el color verde brillante entre los colores blanco y rojo de las gradas.

- Te preguntaría que piensas pero tu cara lo dice todo – Toma asiento manteniendo una pequeña sonrisa de boca cerrada, mientras su mirada se pierde en el vacío.

Brillante Casualidad En MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora