Charla a la Luz de la Luna

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Mientras unos ven el mundo por lo que es y viceversa el mundo ve a las personas por lo que son habrá también gente que no vera lo que los demás ven, tal vez verán más allá, o no verán tanto pero para eso hay solución hay que alejarse o acercarse, enfocar o difuminar encontrar un ángulo que coincida con una perspectiva apropiada para nosotros que nos permita ver lo que necesitamos, no ver lo que necesitamos tampoco es malo hay gente que solo ve lo quiere pero eso tampoco es malo del todo, a veces es mejor anhelar algo que desapegarse de todo, ese anhelo si bien no puede ser una meta puede ser un punto de referencia en nuestra visión del mundo

¡Click!

¿Me desperté? Hace un poco de frío... ¿Esa ventana estuvo siempre abierta? –Dice un joven recostado en cama mientras ve el resplandor entrar desde fuera –todavía es de noche, me pregunto si habrá luna llena.

Por desgracia todavía es una luna creciente, en unos cuantos días estará llena –responde una voz desde la oscuridad.

Una luna creciente también es bueno, todavía tiene suficiente luz como para iluminar el camino de noche, y también es agradable a la vista –comenta el joven.

Tienes pensado salir, yo que tu no lo haría no vez en donde estas –responde la voz en todo de desaprobación.

Sé muy bien que no me dejaran ir con facilidad, pero no tiene nada de malo comentar sobre la buena noche –dice el joven con voz tranquila –además aunque tenga intenciones de salir siento el cuerpo tan pesado, que mantenerme retenido es una buena idea.

Y pensar que al final de todo tenías autoconciencia, cualquier persona que intente seguirte el ritmo necesitaría descansar o caería a mitad de camino –comenta con tono resignado –Agrega de una vez la palabra moderación a tu diccionario, o necesitas que lo haga por ti.

Jajajaja aunque te lo agradecería, yo mimo la agregare más tarde –responde el joven risueñamente el joven –Déjame hacerte una pregunta.

¿Cuál? –dice monótonamente.

¿Eres tú? ¿El fantasma de tú? o ¿finalmente me he vuelto loco con el golpe? –Pregunta el joven con tono deprimido –Personalmente me da igual si cualquiera de los primeros dos.

¿Ha? –Exclama en tono disgustado – ¿Me estás diciendo que te da igual si soy un fantasma o si estoy viva? ¿Qué tienes de mal en tu cabeza?

No exactamente, pero de las dos maneras te quedarías a mi lado ¿no es así?, como estoy ahora no pediría más, y tampoco sería malo si fuera tu quien me vinieras a buscar... Ouch ¡Eso duele! ¡¿A qué se debe eso?! –exclama el joven que acababa de recibir una bofetada en la cara.

Ahí tienes tú respuesta, a la próxima vez que actúes así de depresivo no respondo –exclama una joven que se acercó rápidamente hacia el joven alejándose de la oscuridad -¡No Actúes como si Fueras a...! ¡No Actúes como si Fueras a...!

Una vez a la luz la joven mostraba un rostro lleno de emociones, había ira, resentimiento y frustración pero por sobre todo las constantes lágrimas que caían de sus ojos reflejaban su tristeza y pena... un sollozo reprimido se dejó escuchar mientras en la oscuridad. El joven con lentitud en sus movimientos se incorpora lo suficiente como para sentarse.

No sé lo que te paso, pero desde mi punto de vista soy yo el que debería estas preocupado, pero para ser honesto no tengo cabeza ni siquiera para preocuparme ahora, pareces estar bien y yo me encuentro aquí, además viéndote así solo me vas a confundir más ¿podrías explicarme? –dice el joven con la voz más compuesta que puede.

Por Culpa del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora