Hoy les quiero contar una historia de amor, probablemente la más bonita de toda la mitología griega. Aquella que une a Poché (el alma) con Calle (el amor).
Cuenta la leyenda que hace muchos años había un rey que tenía dos hijas. Las dos eran bellísimas pero la belleza de la mayor, Poché, era sobrehumana. Hasta tal punto que de todas partes acudían a admirarla y comenzaban a adorarla como si de una reencarnación de la diosa Afrodita se tratase.
Se pueden figurar el ataque de celos de la diosa ante la belleza de Poché cuando se dio cuenta de que los hombres y mujeres estaban abandonando sus altares para ir a adorar a una simple mortal. No se le ocurrió mejor idea que pedir a su hija Calle que intercediese para poner fin a semejante ofensa.
La idea era que Calle, (a la que más tarde, en la mitología romana, conoceremos como Cupido) le lanzase una de sus flechas que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que pudiese existir. Pero como se podran figurar la historia le salió fatal a Afrodita ¿Por qué? Vayamos poco a poco y veamos primero como era la vida de Poché...
A Poché la belleza no le había traído ninguna felicidad. Los hombres y mujeres, como ya hemos comentado, le idolatraban de mil maneras, pero ninguno osaba pedir su mano y esto empezaba a preocupar a sus padres quienes ya habían casado a su hermana menor.
Tal era la desesperación que intentando buscar la solución correcta no se les ocurrió mejor idea que consultar al Oráculo. Pero lejos de encontrar consuelo, lo que el Oráculo predijo fue que Poché se iba a casar en la cumbre de una montaña con un monstruo venido de otro mundo.
Como nadie osaba cuestionar las predicciones del Oráculo, Poché aceptó su destino y sus padres la llevaron hasta la cima de la montaña donde, llorando, la abandonaron. No se preocupen que la historia a partir de aquí solo puede mejorar.
Allí se la encontró Luca, quien lejos de abandonarla a su suerte, la elevó por los aires y la depositó en un profundo valle sobre un lecho de verde césped. Poché, extenuada por tantas emociones, se quedó dormida y al despertar se encontró en medio del jardín de un maravilloso palacio de indescriptible lujo y belleza. Cuando penetró en el interior escuchó unas voces que le guiaban y le revelaron que el palacio le pertenecía y que todos estaban allí para servirla.
El día fue transcurriendo de sorpresa en sorpresa y de maravilla en maravilla. Al atardecer, Poché sintió una presencia a su lado: era el cónyuge de quien había hablado el Oráculo; no le pareció tan monstruoso como temía. Su voz era suave y amable y le hacía sentirse muy bien estando a su lado. Pero en ningún momento mostró su rostro y le advirtió a Poché que, si le veía, le perdería para siempre.
Así fueron las cosas a lo largo de las siguientes semanas. Durante el día Poché permanecía sola en palacio y por la noche su pareja se reunía con ella y eran muy felices. Pero un día Poché sintió añoranza de su familia y rogó a su cónyuge que le dejará ir a visitarlos. Tras muchas suplicas y pese a advertirle de todos los peligros que corría con su partida, accedió y pidió a Luca que la llevase a la cumbre de la montaña donde la habían abandonado. Desde allí Poché caminó hasta su casa.
Todos la recibieron con gran alegría pero su hermana, cuando la vio tan feliz tras abrir los maravillosos regalos que les había traído, no pudo contener la envidia y no paro hasta que la pobre Poché les confesó que jamás había visto a "su esposo" . Se podran figurar que la maquiavélica y envidiosa hermana no descanso hasta convencer a Poché de la necesidad de descubrir quién era su cónyuge.
Su plan era el siguiente, Poché debía ocultar una lámpara y durante la noche, mientras él dormía, prenderla para así ver su rostro.
Y así lo hizo. Poché volvió al palacio en el que vivía con Calle y siguiendo el plan de su hermana descubrió que su pareja era una joven de gran belleza. Emocionada por el descubrimiento le tembló la mano que sostenía la lámpara, dejando caer una gota de aceite hirviendo sobre su amada.
Al sentirse abrasada Calle (ese era el monstruo cruel que tenía por esposa y a la que se había refererido el Oráculo) despertó y, cumpliendo su amenaza, huyó en el acto para no volver jamás.
Sola y desamparada ,sin la protección de Calle, Poché se dedicó a errar por el mundo perseguida por la cólera de Afrodita que seguía indignada ante tanta belleza. Ninguna divinidad la quiso acoger y finalmente cayó en manos de la diosa, quien la encerró en su palacio y le atormentó de todas las maneras posibles.
Hasta le hizo descender a los infiernos en busca de un frasco de agua de Juvencia que debía entregar sin abrir. La curiosidad pudo nuevamente con Poché y cuando abrió el frasco quedó sumida en un profundo sueño cual bella durmiente.
Mientras tanto, Calle sufría enormemente pues era incapaz de olvidar a Poché.
Cuando supo que estaba sumida en un sueño mágico no lo pudo soportar más, voló hacia ella y la despertó de un flechazo; después subió al Olimpo para rogar a Zeus que le permitiese casarse con ella aunque fuese mortal. Zeus se compadeció de Calle y otorgó la inmortalidad a Poché haciéndole comer Ambrosía. Después apaciguó la cólera de Afrodita y ordenó el casamiento de Calle y Poché , que duraría para siempre.
La boda de las dos enamoradas se celebró en el Olimpo con gran regocijo.

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𝘌𝘭 𝘣𝘦𝘴𝘰 𝘥𝘦 P̶s̶i̶q̶u̶e̶ (𝘗𝘰𝘤𝘩𝘦́)
Nouvelles~ OneShot ~ Antigua historia Griega × Caché