No, era la única palabra que se me cruzaba por la cabeza cuando me pidieron hacer lo que prometí que nunca haría.
En este momento estaba parada en la mansión Malfoy con mis dos padres alado mío pidiéndome, no, perdón, OBLIGANDOME a hacer lo que para mi era impensable. Tenia que torturar a mi novia, tenia que torturar a la persona que me hacia feliz, a la persona que pudo ver lo mejor en mi y la persona que me hizo cambiar mi perspectiva de vida, LA PERSONA QUE AMABA, LA PERSONA POR LA CUAL DARIA LA VIDA tenía que torturar a Hermione Granger.
- ¿Que estas esperando? HAZLO- grito la Belatrix Lestrange que estaba apuntando con la varita a Hermione la cual estaba tirada en el piso, asustada y llorando. -no- susurre en lo bajo, - ¿QUE DIJISTE? - grito Belatrix enojada, - DIJE QUE NO- le devolví el grito tan fuerte haciendo que Belatrix retroceda un poco.
– Hija querida, ¿no quieres demostrar tu lealtad al señor oscuro? – pregunto mi madre a lado mío, - lo único que tienes que hacer es torturar a esta inservible- dijo mi madre acercándose mas a mi oído- insignificante- continuo- e asquerosa- mi sangre estaba hirviendo, si mi mama se atrevía a apenas decir esa palabra juro que... -sangre sucia-
Después de escuchar esas palabras provenir de la boca de mi madre, no estoy muy segura que fue lo que sucedió, lo poco que recuerdo fue que me enoje y saque mi varita para atacar. También recuerdo gritos, muchos, mayormente provenientes de Hermione o de mi madre. También recuerdo algunas palabras sueltas como un ''por favor'' suplicante de mi padre o un '' PARA'' entre sollozos de mi madre, pero la frase que mas recuerdo es un ''está bien, todo va a estar bien amor, lo prometo'' de la persona que amo.
Me encontraba en la casa de un tal Bill Weasly y de su esposa la cual si conocía Fleur.
Estaba en una cama bastante pequeña me acababa de despertar de lo que, aunque para mi fue una pesadilla resulto se real.
En la habitación no había nadie estaba completamente sola, estaba apunto de dormirme de nuevo cuando veo la puerta abrirse y un aroma a canela me recorre todo el cuerpo.
– hola- dijo Hermione sentándose en la cama con la sonrisa más tranquilizadora que alguna vez alguien me dio – hola- dije devolviéndole la sonrisa y mirándola fijo a esos ojos color chocolate que me derretían, igualmente ese contacto visual no duro mucho tiempo que digamos.
Me abalance a besarla y coloque mis manos en su cintura obligándola a subirse a mi regazo, la castaña no puso ninguna resistencia y ya arriba mío puso sus manos en mi cabeza acariciando mi pelo. Era un beso de necesidad, las dos queríamos a la otra las dos necesitábamos a la otra.
Hermione tiro un poco de mi cabeza provocando un jadeo de mi parte que le permitió que su lengua entrara en mi boca haciendo que nuestras lenguas danzaran juntas.
De a poco mis manos fueron subiendo por la espalda de la Gryffindor hasta llegar a sus hombros y proceder a sacarle su chaqueta, para después volver a bajar y sacarle la blusa. Mis manos frías chocaron contra el abdomen de Hermione haciendo que deje escapar un jadeo.
Automáticamente mi boca dejo la de Hermione para pasar a su mandíbula, besando chupando y mordiendo su piel dejando por donde pasaba un rastro de chupones violetas.
Unos leves gemidos por parte de la Gryffindor se hicieron presentes mientras mi boca recorría su piel. -AHA T/N- gimió Hermione acercándose más a mí,
- encontré tu punto de presión- dije mientras sonreía al nuevo descubrimiento que acababa de hacer. Empecé a chupar y lamer ese punto mas fuerte que los anteriores - ¡por Merlín! – decía la castaña mientras que sus manos empezaron a hacer pequeños rasguños en mi nuca.
Mis manos pasaron de su abdomen a su espalda encontrándose con el broche del bra de la Gryffindor, aleje mi rostro del cuello de Hermione y la mire a los ojos – ¿puedo? – pregunte – humu- esa fue la respuesta que obtuve junto con un movimiento afirmativo de cabeza, eso fue suficiente para que mis manos desabrocharan el bra dejando a si el torso completamente desnudo de Hermione, me quede admirando la imagen que tenia adelante mío por unos segundos cuando unos brazos se mueven rápidamente tapando su desnudez.
La castaña enfrente mío estaba totalmente roja, - yo eh... no se sí... no se si quiero- dijo avergonzada, - ...perdón... pude notar como sus palabras salían con miedo, rápidamente puse mis manos en su rostro y le di un suave y tierno beso que duro unos segundos antes de que lo rompiera, tome una manta que estaba alado de la cama y cubrí el pecho desnudo de Hermione con esta, siempre manteniendo contacto visual con los ojos mas hermosos que alguna vez había visto, tratando de transmitirle la mayor cantidad de seguridad que puedo.
– no tienes que pedir perdón por algo que no quieres- dije acariciando su mejilla, - pero es que yo te dije que sí y después te lo negué, entiendo si estas enojada conmigo yo nunca debería haberte incitado en primer lugar soyunaidiotaporhaberlohechonoseenqueestabapensandoencerioperdon - la mujer enfrente mío hablaba tan rápido que apenas podía llegar a entender lo que decía,- Hermione, amor , amor , amor- dije entre risas para que esta se tranquilizara, Hermione se calló y miro como todavía dejaba escapar un par de risas, - Esta bien, si no quieres hacerlo, no tienes que culparte por nada, no te voy a obligar a hacer algo que no quieres, y menos me voy a enojar porque me paraste- dije acercando mi frente a la de Hermione-, incluso si me llegase a enojar por algo a si alguna vez te doy todo el derecho a dejarme, porque nadie repito NADIE tiene derecho a hacerte algo que no quieres y tú NUNCA tienes que disculparte por no dejar o dejarte hacer lo que quieras con tu cuerpo porque es tuyo y si la otra persona no lo entiende es un completo idiota y no merece tu respeto y mucho menos tu amor porque vos sos perfec- no pude terminar de hablar cuando una Hermione con lágrimas en los ojos me beso de la manera más cálida que alguien jamás me había besado en mi vida.
– ¿estás bien? - le pregunte ya separándome del beso, - si- dijo con una sonrisa de punta a punta, - ¿quieres dormir un rato? - le pregunte – por favor- contesto mientras se bajaba de mi regazo.
Me pare y busque en mi bolso el buzo mas abrigado que tenia y se lo pase a Hermione, que se lo puso con la sonrisa totalmente embobada -no me lo vas a devolver ¿cierto? - pregunte parada frente a la cama– nop- contesto la Gryffindor de manera infantil mientras extendía los brazos para que me acueste con ella, deje salir pequeña risa mientras negaba con la cabeza y me metía en la cama.
Hermione apoyo su cabeza en mi hombro y metió su cara en mi cuello rodeando me con sus brazos. Una de mis manos fue directamente a la cintura de la Gryffindor mientras que la otra que tenia libre la usaba para hacerle caricias en el pelo. Después de unos minutos las dos nos quedamos dormidas.
Pero nuestra tranquilidad no duro mucho tiempo ya que a la mañana siguiente teníamos que seguir buscando los horrocruxes para poder de una vez por todas derrotar a Voldemort.
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