Me Enamore Perdidamente De Mi Sexy Sensei... (Ppr Corregir)

💓 EPÍLOGO 💓

Ocho años después

No tengo palabras para expresar lo feliz que he sido desde que nació mi princesa hermosa, no solo había heredado el color de mi cabello sino también el color de mis ojos, pero con la gran diferencia es que tenía el rostro angelical de mi cerezo, pero cuando se molesta se puede volver una demonia como yo, y como es una combinación de los dos, también heredó mi caracter y seriedad, además lo prodigio de su madre y su carisma, su alegría y sonrisa, que cuando quiere me puede manipular como si nada con ella.

Tres años después que naciera mi princesa, mi cerezo hermoso me dio otra gran noticia y era que estaba embarazada nuevamente, decidimos dejarlo en suspenso hasta el día de su nacimiento, mi cerezo decía que era otra niña y yo le llevaba la corriente, pero estaba muy seguro que iba a ser un niño.
Creo que me dedicaré a ser adivino ya que le había atinado porque nacio un niño saludable y fuerte.

Heredó el color de mi cabello, pero con los hermosos ojos de mi esposa, es una copia exacta de mí, lastima que también heredó mi caracter y seriedad, pero al menos sonríe mucho más que yo. Lo llamamos Daisuke y es mi campeón, sé que con el pasar de los años me ayudara a cuidar a Sarada ya que es muy celoso incluso lo es un poco conmigo.

Tres años después otra vez mi cerezo estaba embarazada, estaba que brincaba de la felicidad ya que deseó y anheló por fin tener a mi pequeña pelirosa, fuera lo que fuera.
Otra vez decidimos dejarlo al suspenso y esta vez no supe adivinar que sexo iba a ser, pero gran sorpresa que nos dieron el día que nacio ya que no era uno sino dos, si dos bebés.
Un niño y una niña y lo mejor de todo es que los dos eran pelirosas, pero Ryu tenía el cabello de un rosa un poco más oscuro que el de su hermanita Sayumi, ya que ella tiene el color igual que el de su madre, pero con unos rayitos de color negro.

Mi cerezo dijo que se acaba la fábrica de bebés después que nacieron los mellizos, yo quería tener al menos otros dos más, pero ya no se podria. Por más que le insistí no aceptó y me toco resignarme.

Ella todavía seguia impartiendo clases en la universidad ya que es su pasión, yo sigo en la empresa de mi hermano como su socio, además también soy socio en el laboratorio.

Hoy he salido temprano ya que hoy los niños los tendrán mis padres y así aprovecho para pasar el rato con mi esposa, salir a comer en un restaurante, después salir a caminar por un parque como cuando lo haciamos en nuestro noviazgo.

Apenas llegue a la casa todo estaba muy silencioso, además se sentía un agradable aroma, hablé y no me respondieron, así que caminé hasta la cocina, pero pasando por la sala me lleve una gran sorpresa al ver tal escena.

Mi cerezo, mi esposa, mi Sakura estaba ahí en la sala, con unas velas aromatizantes y las cortinas bien cerradas para darle ese toque erotico,  pero lo que más me llamo la atención fue que estaba vestida como una estudiante.

Tenía una camisa manga corta de color  blanco, una falda a cuadros que le llegaba a mitad de sus piernas, con unas medias largas y blancas que le lucían con sus zapatos negros, además que tenia recogido el cabello en dos coletas, mientras chupaba una paleta muy coqueta.

Por lo que veo quiere jugar y yo no me pondre molesto por eso. Sonreí de medio lado mientras debaja el portafolios en la mesa.

—Hasta que por fin llegas sensei, desde hace rato que te estoy esperando para que me corrijas los ejercicios —hablo tan inocente que me puso duro de una vez, y su mirada era de una niña.

—Soy tu sensei y puedo llegar a la hora que deseé —dije mientras me quietaba la cortaba y sonreía de medio lado— te tendré que castigar por hablarme de esa manera.

Me estaba acercando hasta la mesa mientras observaba el lugar y algo llamó mi atención. Así que volví a hablar.

«¿Qué tienes pensando hacer con aquella cámara? —pregunté señalándola.

—Eh... Yo... Bueno quería grabar y tener evidencia lo que mi sensei siempre me hace —dice mientras pasa su lengua por la paleta provocándome.

—Eso no se hace y lo sabes muy bien. Eres una niña muy mala a la que hay que castigar —le sostengo la mano y muerdo la paleta siento el sabor agridulce de ella.

—Esa es mi paleta —hace un puchero y se cruza de brazos.

—No me importa, todo lo tuyo es mío y puedo tomarlo cuando y como quiera.

—Sabes que te estoy grabando cierto —dice y se levanta de la silla, se sube a la mesa abriéndose de piernas dándome una gran vista.

—No me importa, quiero follarte hasta dejarte adolorida y no puedas caminar por varios días —me devoró sus labios en un beso demandante y posesivo, mientras me pego a su cuerpo y ella enrrolla sus piernas en mi cadera.

—Ahh... sensei... —me habla jadenado cuando nos alejamos por falta de aire.

—Si mi niña... —digo mientras le acarició las piernas sin pudor.

—Sé bueno conmigo sí.

—Claro que seré bueno, tan bueno que querrás repetir una y otra vez.

—Te amo mi sexy sensei.

—Yo te amo más mi sexy sensei —nos fundimos en un beso lleno de pasión y lujuria, además de amor y con cariño.

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Fin...

ESPERÓ QUE LES HAYA GUSTADO...

MUCHAS GRACIAS POR LEER...

Quise que el epílogo sea referente a la historia y que mejor, que un juego de roles ehh... 😏😏😏

Esperó que les haya gustado y ya se podrán imaginar lo que pasará con ellos dos... 🤭🤭🤭🤭

Y como lo prometí aquí esta el epilogo, el primero que hago...

Muchas gracias por llegar hasta aquí, esperó que les haya gustado tanto como a mí.

Sin ustedes no la habría terminando ya que escribo por ustedes, por cada lector que lee y apoya mis historias.

Por cada palabra linda y emotiva que me dejaban en los comentarios, me ayudaban a seguir.

De verdad muchas gracias a todos ustedes mis queridos amores.
Como siempre digo “Yo no soy nadie sin ustedes”.

Nos vemos para una proxima y esperó que también sea de su agradó.

Adiosito, se les quiere muchísimo... 🥰🥰🥰🥰😘😘😘😘😘