Los especialistas afirmaron que la muerte de Clyde Donovan fue una sobredosis accidental, pensaban que solo fue un drogadicto más que perdio la vida por su falta de control.
Pero, realmente fue asi?
No, claro que no lo fue.
Clyde no era un drogadicto, solo fue un chico que estaba demaciado solo, sin ningún apoyo y sin saber como ayudarse a si mismo, era una buena persona arruinada por las circunstancias de la vida.
Hasta nunca, Clyde donovan.
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El padre del castaño totalmente roto lloraba desconsoladamente viendo como ese ataud estaba siendo enterrado.
Sus amigos sabian perfectamente que su muerte no fue accidental, si no que fue un suicidio, de todos modos estaban atónitos, se podian esperar cualquier cosa de Clyde, menos estar presentes en el funeral de este.
Token, Jimmy y Tweek se reclamaban el no haber podido ayudar a Clyde y se culpaban por ser malos amigos
por no estar nunca cuando el castaño los necesitaba, por ser tan ciegos y no darse cuenta, por ni siquiera haberse acercado y preguntarle como estaba...
Verdaderamente no eran malos amigos, solo estaban demaciado metidos en su mundo y eso les impidio ver lo que realmente pasaba con su amigo llorón, pero ya era tarde, sus lamentos no harían que Clyde salga de ese ataud con vida y todo vuelva a ser como antes, asi que al terminar el funeral partieron a sus casas pensado que lo mejor sería recordar al castaño por los buenos momentos que alguna vez vivieron y no estando tristes por su partida.
De todos modos seguia siendo triste
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Craig Tucker estaba sentado en su cama observado un cuadro apoyado sobre su mesa de noche, en ese cuadro estaban el y Clyde, en este Donovan sostenia a Stripe y lo mostraba a la cámara mientras sonreía, Tucker lo miraba extrañado y el pequeño animal no se veia muy cómodo. Al recordar esos momentos no pudo evitar sonreír y volver a recostarse en su cama.
El pelinegro fue el único que no asistió al funeral de Clyde, no se sentía capaz de presentarse allí aunque sabía que no podia culparse por siempre y que en algun momento lo superaría y seguiría con su vida, se prometió a si mismo nunca olvidar al castaño y mantenerlo presente en su corazón, recordándolo como el buen chico que era o más bien como su super mejor amigo que ahora estaba en un lugar mejor, pero esa no fue la única promesa si no que también prometió que cada cumpleaños de Clyde el iría al lugar donde este fue enterrado a comentarle todas las anecdotas que habia vivido para de cierta forma mantenerlo actualizado y que si alguna vez se volvían a encontrar el ya sabría que fue lo que paso todo este tiempo que estuvo ausente.
--Espero que algún día pueda volverte a ver, llorón.
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