Capítulo 10 : La Academia

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Cuatro años después - Punto de vista en tercera persona

En un aula de la academia, en cierta habitación, se sienta un maestro, Umino Iruka, y uno de sus alumnos, Uchiha Sasuke. Iruka no sabe qué decir. Anoche, toda la familia de Sasuke fue asesinada. Era temprano en la mañana, casi una hora antes de que comenzara la clase, por lo que los dos se sentaron en silencio.

Iruka había sido profesor de chuunin durante un año y le encantaba. Sin misiones exigentes, solo un día fácil lidiando con algún shinobi potencial interesante. Iruka realmente amaba su trabajo, fue bastante refrescante después de estar en el equipo ANBU más prestigioso de todos los tiempos. Pero por el momento, Iruka odiaba su trabajo. Aquí estaba uno de sus alumnos, el prodigio de su clase, triste y deprimido porque su familia fue brutalmente asesinada frente a él por su hermano mayor anoche. Al menos, pensó que era su hermano mayor.

La puerta se abre bruscamente y en el umbral se encuentra un chico rubio de baja estatura con ojos cerúleos y tres marcas de bigotes en cada mejilla. Era adorable, si no fuera por ese mono naranja. Mátame naranja, eso es lo único que se puede llamar a ese color. Sus ojos escanean el salón de clases casi vacío. De repente, se pone rígido y apunta directamente a Iruka.

"¡¿Eres Iruka ?!" grita el chico con voz rasposa. Las marcas de bigotes aparentemente estaban talladas en cada una de sus mejillas.

"Ah, eh, ¿sí?" Iruka tartamudea en respuesta.

Ha pasado casi un año desde que su "hermano pequeño" favorito había comenzado a hablar de nuevo, pero no pensó que alguna vez se acostumbraría. Especialmente ahora que estaba usando esa voz infantil. Al menos antes, su voz era sedosa y suave, como si pudieras escucharlo hablar durante horas. Este no era el chico que Iruka había llegado a amar tanto, al menos no exactamente.

"¿Eh?" murmura el chico, inclinando la cabeza hacia un lado de manera linda. "Entonces eso significa que eres mi sensei, ¿sabes?" el grita.

Este chico es ruidoso. Ruidoso y desagradable, pero le resulta familiar. Lo que.' Sasuke piensa. Iruka se ríe internamente del tic verbal, dattebayo, que la madre del niño le transmitió.

"¿En realidad?" Pregunta Iruka. "¿Cuál es tu nombre?"

Los ojos del chico se agrandan y su rostro se pone escarlata de vergüenza. "Soy Naruto Uzumaki, y algún día seré Hokage, ¡créelo!" grita, recuperándose de su breve vergüenza. Iruka sonríe de nuevo ante el tic verbal.

"Oh, ya veo", dice Iruka solemnemente. "Estoy en presencia de un futuro Hokage, debería ser más respetuoso", se reprendió a sí mismo con una sonrisa en su rostro, dirigida hacia el rubio.

El niño se ríe a carcajadas. "Sí, tienes razón. ¡Créelo!"

"¿Podrías callarte, dobe?" Sasuke pregunta con cansancio.

Naruto mira a Sasuke, haciendo un sonido de "huh".

"¡Quién te crees que eres, tú-tú-tú teme!" el grita. "Voy a ser Hokage algún día, ¿sabes?"

"Qué original", se burla Sasuke.

Naruto se pone una máscara de ira y se gira para preguntarle a Iruka dónde se sentará. Está indignado y petulante, todo lo contrario del Naruto que Iruka conoce.

"Te sentarás junto a Sasuke, Naruto," confiesa Iruka con una sonrisa.

"¿¡QUÉ!?" ambos chicos gritan, Sasuke se pone de pie.

"Je, lo siento Sasuke, pero no puedo soportar que tus fangirls siempre discutan sobre quién se sienta a tu lado. Esto será permanente, ninguno de los dos puede sentarse en cualquier lugar excepto uno al lado del otro. Lo siento, chicos," Iruka se ríe nerviosamente. .

La venida del reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora