Capítulo 25: ¿Amor o sexo?

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He vivido con una sombra sobre mi cabeza
He dormido con una nube encima de mi cama
Todo lo que quiero es encontrar
Un camino de vuelta al amor
He estado buscando a alguien que irradie luz
No alguien que sólo me lleve a través de la noche
Hay momentos en los que no sé si esto es real Necesito inspiración
No otra negociación
Y si tú me ayudas a empezar de nuevo
Sabes que estaré ahí para ti al final

Cuando desperté me encontraba acostada en la cama de la habitación, no supe en qué momento me quedé dormida, pero debió ser en la playa porque no recordaba haber regresado a la casa. Levi no estaba a mi lado y sentí un gran vacío, estaba acostumbrándome a despertar a su lado. Me puse la bata y bajé por un vaso de agua, escuché unos ruidos al fondo de la cocina y abrí una puerta que no había visto antes, solté el vaso que traía en las manos al ver a Levi sin camisa besando acaloradamente a una chica.

– Oh, por dios – exclamé mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y ambos voltearon.
– ________ – dijo él separándose de la chica que se cerró la blusa.
– ¿Cómo has podido?, eres un cínico desvergonzado – grité corriendo de ahí.
– Escúchame, por favor – pidió atajándome de un brazo.
– Suéltame, no quiero que vuelvas a tocarme, eres de lo peor.
– ________, debes creerme cuando te digo que te amo, en verdad eso siento por ti, pero... sí, soy muy débil, no puedo evitarlo.
– ¿Y así dices amarme?, ¿aceptando que te enredaras con quien sea?
– ________, no llores, por favor, no me gusta verte llorar.
– Eres un infeliz Levi Ackerman, no vales la pena.
– Tal vez tienes razón, pero... ¿nunca has tenido una adicción en tu vida?, aunque trates y trates de dejarla es más fuerte que tú y eso me pasa a mí... soy un adicto.
– Eres un desgraciado, eso es lo que eres y no quiero volver a verte el resto de mi vida, quédate con tu adicción y a mí déjame en paz.
– ________, por favor, ya no llores – me sujetó por los hombros – no llores, ________, escúchame ________... ¡Despierta!, despierta por favor.

Abrí los ojos y Levi me miraba asustando sujetándome por los hombros, estábamos en mi departamento, y de pronto caí en la cuenta que hacía una semana que habíamos regresado después de pasar la fiesta de año nuevo con su familia. Yo estaba sollozando por el sueño que acababa de tener y lo abracé fuertemente.

– Todo fue una pesadilla, dulzura, cálmate por favor.
– Fue tan real, todo fue tan real – respondí entre lágrimas.
– Pero no lo era, ¿qué soñaste mi amor que te alteró tanto? – preguntó mientras me acariciaba la espalda tratando de consolarme.
– A ti... estabas con otra y... – no pude continuar, el llanto me quebró la voz.
– Mi amor, jamás te engañaría – tomó mi rostro entre sus manos – te amo, por favor, grábatelo bien, tú eres la única mujer que hay en mi mente y en mi corazón.

Me dió un corto beso en los labios, pero yo lo sujeté fuertemente y se lo devolví frenética, quería asegurarme que esto fuera real, que en verdad estaba él, ahí, en mi cama, conmigo, creo que lo desconcerté, pero me correspondió el beso con la misma intensidad, besé desesperada su cuello mientras mis manos bajaban su bóxer.

– Demuéstrame que me amas y que soy la única para ti – susurré en su oído. Me miró un tanto inseguro, quería prolongar el momento, como siempre lo hacía, pero ejercí fuerza con mis piernas y entró en mí de golpe, me arqueé al sentirlo y me aferré a su espalda, moviéndome rápidamente, marcándole el ritmo que deseaba.
– Te amo ________ – susurró en mi oído con la voz retorcida moviéndose en mi interior.
– Repítelo – pedí con mi voz entre cortada.
– Te amo – volvió a decir continuando con sus embestidas.
– Dilo otra vez – supliqué casi enterrándole mis uñas.
– Te amo, te amo, te amo – dijo una y otra vez mientras sentía como ambos llegábamos al orgasmo.
– Yo también te amo Levi, te amo como jamás lo imaginé, por eso me asusta la idea de pensar que puedas estar con alguien más.
– No podría volver a estar con nadie más que no fuera contigo – dijo en mis labios mirándome fijamente a los ojos – eres mi primera, mi última, mi todo – agregó frotando mi nariz con la suya.
– Te amo, Levi.
– Y yo también a ti dulzura, vamos, trata de dormir otro poco, apenas son las cuatro.

ARDIENTE TENTACIÓN ( levi ackerman x reader ) Where stories live. Discover now