Capitulo I

358 27 4
                                    

El día en el que Roberto entendió que Armando necesitaba amor

(Perspectiva de Margarita)
Dios no puedo mirarle la cara a Roberto no puedo mentirle de esta manera no puedo mantenerlo al margen de lo que está pasando con nuestro hijo simplemente me siento cómplice de esta gran bola de nieve no puedo con este maldito juego de seducción, no se como pudo hacer algo tan bajo. Pobre muchacha como no entregarlo como no irse sin dejar rastro, Ay Armando que voy a hacer contigo hijo mío pero ya tendremos tiempo de conversar tu y yo ahora si, Dios dame agallas por favor

Margarita se apresuró a sentarse al lado de su marido y tratar de tener esa conversación tan difícil que lleva dándole vueltas en la cabeza días y días

Roberto se encontraba en presidencia leyendo un libro para tratar de calmar la ansiedad que tenía. Su hijo había estado bebiendo demasiado y llegó con el rostro demacrado llegó con heridas gravísimas, trataron de evadirlo mintiéndole pero Roberto sabía perfectamente que eso no era un accidente que Armando lo había hecho a propósito y eso lo asustaba demasiado

M: ¿Que tanto piensas mi amor?

Roberto levanta la cara de su libro y le da una mirada de preocupación a su mujer

R: Armando, es Armando eso no fue un accidente ¿cierto vida? Él se quiso hacer daño (dijo esto último con hilo de voz tratando de contener las lágrimas)

Margarita se derrumbó se sentía una mentirosa se sentía una mala madre su hijo estaba con l cara destruida y el solo quería hacerse daño ella suponía que era la vergüenza de haberlos defraudado de haberlos traicionado de esa manera, ella pensaba que Armando no podía de la culpa también por la muchacha aquella niñita que para sus ojos era insignificante le había afectado muchísimo pero armándose de valor balbuceó

M: mi... a (tomo aire y suspiro fuerte) Roberto tenemos que ayudarlo pero antes tienes que saber algo más
Dijo quebrada doña Margarita

R: qué pasa Margarita que es lo que te tiene así? Yo también estoy preocupado por mi hijo me duele verlo así no lo soporto.
Don Roberto iba a continuar pero su esposa lo detuvo diciéndole lo siguiente

M: Mi vida, quiero que escuches todo lo que tengo que decirte. No quiero que me interrumpas y quiero que pienses antes de hacer cualquier locura, piensa con cabeza fría por favor te lo ruego

Roberto solo asintió con la cabeza y espero a que su esposa continuara

Margarita sacó de su bolso la fotocopia de la carta de Mario Calderón, ella decidió resumirla, no iba a volver a masacrar la intimidad de aquella mujer que su hijo y amigo habían destronado

Durante dos horas estuvieron ahí encerrados Margarita le contó todo absolutamente todo
Hasta el hecho de que Armando estaba enamorado (con un tono de duda y también le comentó que pensaba que se trataba de un capricho o simplemente de culpa)

Roberto no lo podía creer estaba colérico quería abofetear a su hijo por lo que había hecho quería reprenderlo y decirle lo poco hombre que era

R: ES QUE COMO PUDO HACER SEMEJANTE BARBARIDAD CON RAZÓN ESA MUCHACHA LO ENTREGÓ COMO A UN PERRO, TENGO GANAS DE ABOFETEARLO MARGARITA

M: Roberto cálmate no te alteres así (ya sabía de donde había sacado su hijo ese carácter) él está pagando carísimo lo que hizo mira cómo está a...

Mi vida después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora