Mi estanque se expande. Se hace más profundo.
Ahogarme nunca va a ser una opción para mí, pero me falta el aire. El agua que está se complementa conmigo y me arrastra, sale de mi cara, es estresante. La única estrella que me alumbra está lejos y me gustaría que sepa algo: "La extraño, la quiero conmigo".
No, no está lejos. Siempre está más cerca que otras, por más que me hunda y la profundidad del agua oscurezca mi vista. Tus rayitos de luz me guían. Inclusive fuera del estanque no me quemas los ojos, sino que haces que todo sea más cálido, claro y distinto.
Ese calor me hacen sentir en casa. En el lugar donde soy feliz. Gracias, sos un sol.