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Dalas

No podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama, pero aún así no me daba sueño, supongo que eran casi las tres de la madrugada, me levanté cuidadoso para no despertar a Harry, decidí ir a ese lugar donde conocí a Draco, pensar en él me hace enloquecer

No sé en que momento apareció este sentimiento, pero es imposible sonrojarme cuando lo veo especialmente a él, mi corazón empezó a latir muy rápido cuando empecé a pensar esa idea, no puedo estar con Draco aunque lo desee

Solo le pido al universo poder quedarme de una u otra forma con él, ya había llegado en el lugar donde comenzó todo, antes de que diera otro paso mire una silueta de alguien, por el rayo de la luz de luna reconocí la hermosa cabellera de Draco, ¿qué hace ahí parado solo?, ¿estará bien que me acerque a él?, da igual de todas maneras lo haré

—¿Draco, tú te encuentras bien?— pregunte mientras me paraba a un costado de él

—¿Qué haces aquí Dalas?— volteó para que no pueda ver mi ojos cristalizados por lágrimas queriendo salir

—Bueno, al parecer no estás bien, no te voy a forzar a que me digas lo que te pasa—

—Dalas, se que no nos hablamos, pero hay alguien para mí—

—Malfoy, todos llegamos a ser el secreto de alguien—

Es obvio que no está bien, lo abrace repentinamente, obviamente él se sobresalto, no somos nada, pero cuando lo abracé, estando a su lado, lo éramos todo aquí juntos solos, en un lugar solitario, solamente con la luz de la luna y las estrellas, un lugar solamente para los dos, solo él y yo, es como un viaje en la tierra, sin nadie que nos aleje, sin problemas, podríamos mirar aquí las constelaciones, un lugar callado es lo mejor que puede tranquilizar

—Dalas, podría decirte tantas cosas...pero si te fijas en la forma en la que te miro, ya deberías saberlo—

—¿Acaso, yo te doy asco Draco?—

—No es eso, tú jamás me darías asco, pero esto, es algo que nunca había sentido con alguien más—

—Te entiendo perfectamente, yo también siento lo mismo que tú—

Sentí que Draco se separó de mí, se puso delante mío, me miró fijo a los ojos, sus ojos reflejaban la luz de la luna junto con mi reflejo en el, por primera vez miraba su sonrojo en sus mejillas, no me pude contener a este sentimiento, me lance a sus labios, son suaves como el algodón, el me correspondió, pensé que no lo haría, pero fue todo lo contrario

—No se hablan mucho, pero como se miran, si sonríen mientras se miran, y no tienen ni una sola palabra que decir, es amor— coloque mis manos atrás para marcharme y dejar solo aquellos dos chicos enamorados

Quédate a mi lado // DralasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora