Acercó sus labios a mi oído y repitió.
- Eres consciente de que puedo asesinarte aquí mismo? - su voz se sintió temblorosa, como si estuviera advirtiéndome de algo
- Creo que puedo cuidarme yo solita- le susurré
[...]
- Ah, casi lo olvido... Bienvenidos al Club de los Corazones Rotos - Philip nos regaló una sonrisa y su voz desapareció en el silencio abrumador del salón
Nosotros reanudamos la marcha en silencio
Las habitaciones estaban una seguida de la otra
La primera era de Sebastian, la segunda era de Angelo, seguido estaba la de Amélie, luego la de Jake y por último la mía. Todas tenían balcones y eran espaciosas, podíamos decorarlas a nuestro gusto pero no lo consideré necesario con el poco tiempo que me quedaría.
Antes de entrar a la habitación, Amélie se dirigió a nosotros
- Nos encontramos donde siempre?
Todos asintieron, excepto yo, que no tenía ni puta idea sobre lo que hablaba
Cada uno entró a su respectiva habitación dejándome confundida y excluida
Ya era media noche, estaba acostada en la cama con las luces apagadas con la mirada perdida y la mente divagando
No tenía mucho sueño y además no estaba acostumbrada a este colchón tan suave que parecía que me iba a tragar
Cerré los ojos e intenté dormir cuando unos ruidos en la habitación me interrumpieron poniéndome alerta
Me senté en la cama de un brinco y pregunte lo que siempre se pregunta en estos casos, que al final no tiene sentido porque si hay alguien no te va a decir aquí estoy
- Quien está ahí? - busque mi linterna en la mesa al lado de mi cama
Ilumine todos los rincones de la habitación hasta que di con un bulto en una esquina
Parecía una persona pero no distinguía bien sin mis lentes, si, uso lentes, soy ciega no veo nada a más de 2 metros
Así que apunté la linterna directo a la cara de la persona sentada en la esquina de mi dormitorio
- Maldita sea- gruñó al sentir la potente luz en su rostro- baja la puta linterna Danielle
Esa voz
- Jake? - me extrañaba su presencia en mi habitación
Tenía puesto un antifaz negro, bastante sencillo, de piel o cuero no supe decir.
Estiré mi brazo para ponerme el mío pero sin querer le di un golpe a la linterna que apunto directo a su cara por segunda vez
Volvió a maldecir y en un rápido movimiento se acercó a mi, eliminando toda distancia entre nosotros
- Apaga la puta linterna de una vez Danielle- tomó la linterna y la apagó bruscamente lanzándola a una esquina fuera de mi vista
La habitación quedó de nuevo en total oscuridad, la luz de la luna que se filtraba por el balcón no era suficiente
De pronto sentí el suave tacto de una mano en la piel de mi mejilla
Un escalofrío recorrió mi columna vertebral
Su cálido aliento golpeó mi cuello, sus labios se acercaban centímetro a centímetro hasta que aterrizaron en mi hombro, acariciándolo y depositando un suave beso
ESTÁS LEYENDO
El Club De Los Corazones Rotos [EN PROCESO]
RomantikFue él Él me rompió el corazón Debe morir