Para llegar a este lugar hay solo tres maneras distintas. Comencemos con la más sencilla: con sueños, sueños en los cuales haya una gran caída hacia un vacío infinito, solo para despertar de golpe con el corazón acelerado. La clave está en no despertar mientras se cae y se pierde en la inmensa oscuridad.
Tomando en cuenta que solo funciona en aquellos sueños donde lo único que te rodea es una pesada oscuridad, una sensación de inquietud se apodera de ti al no escuchar ni el más leve sonido, como el de una pluma cayendo sobre el agua. Esa ausencia total de ruido sería señal de un viaje hacia la entrada de Niflheim, donde la única compañía es esa inmensa oscuridad.
Allí te recibe una puerta conocida como "Gravorek", una estructura colosal e ineludible, hecha completamente de burbujas brillantes que no poseen manija alguna. Al tocarla con un dedo, las burbujas comenzarían a envolverlo, extendiéndose lentamente por todo tu cuerpo mientras lo absorbe. La sensación es similar a la de un ácido, quemando cada capa de piel mientras el burbujeo de la sangre y los huesos desintegrándose se convierte en un eco aterrador. A ambos lados de la puerta se alzan enormes rosales, con espinas más resistentes que el diamante. Sus rosas, de un color carmín reluciente, emanan un aroma que recuerda al de un animal en descomposición, un olor tan penetrante que es imposible de olvidar.
No sabría explicar la manera exacta de pasar la Gravorek, ya que cada paso, cada movimiento será clave, y una chispa ardiente logrará abrirla. Ese fuego que cada humano lleva en el alma, ardiendo tan intenso que hace latir tan fuerte el corazón para poder vivir, que hace respirar con gran vigor el aire fresco de los bosques, que hace mover los pies para poder perseguir metas para cumplir. Si aún no se halla ese fuego, el esfuerzo para llegar habrá sido en vano. Una muestra de ser digno de presentarse, tendría que hacerse en ese momento. Al lograrlo, en menos de un parpadeo, un suave desvanecimiento brillante de la puerta al igual que sus muros, iría desapareciendo sin dejar el mismo rastro de que alguna vez existió. Dando paso al Planeta de los anillos.
En cambio al fallar en el valioso acto de autoafirmación, el suelo de piedra porosa se abriría, liberando más de mil avispas de colores amarillo y rojo.
Sus tonos brillantes y alarmantes parecían danzar al compás del revoloteo de sus alas, mezclándose como agua y aceite, formando patrones que recordaban al mármol.
Estas avispas atacarían con ferocidad, clavando sus aguijones una y otra vez en la piel, desgarrándola a medida que entraban y salía completamente el aguijón, dejando ronchas y la piel enrojecida.Comenzarían por los pies, penetrando cualquier bota o zapato, y subirían por las piernas hasta llegar a las rodillas, donde el dolor aún no sería suficiente para perder la conciencia, o mejor dicho... despertar. Los muslos correrían el mismo destino, y tras unos minutos que se sentirían como horas, las piernas quedarían completamente
inmovilizadas antes de que las avispas regresaran a su colmena.En un segundo error, las mismas avispas emergen nuevamente, pero esta vez sus aguijones son reemplazados por diminutos dientes, negros como la oscuridad de una cueva y tan afilados como la punta de agujas. Con ellos, arrancarían la piel lentamente, pieza por pieza, en un acto de tortura meticulosa. No serían las piernas las que sufrirían esta vez, sino el abdomen, la espalda y el pecho. Destrozarían estas áreas con precisión cruel, saboreando el baño de sangre que empaparía sus alas, amargas como el limón y ardientes al contacto. Sus alas macabras serian puestas en contacto con las heridas abiertas, revoloteando con tal velocidad que vibrarían en la piel. Tras una hora que parecería interminable, las avispas, finalmente saciadas, volverían a su colmena.
En este punto, quedar agonizando sería inevitable, pero no morir. Porque en este lugar, la muerte está prohibida. Aquí es donde descubres la maldición de llegar a la puerta del
Viligax: no hay retorno al mundo terrestre a menos que seas completamente consumido, forzado a experimentar la muerte en carne viva.
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Saturno: secretos del planeta de los anillos
FantasyMil y una historias de la vida en Saturno, sus paisajes, sus aldeas, mitos, leyendas, sus habitantes, si realmente quieres viajar a Saturno, esta es la mejor forma de hacerlo