"No puedo entender a Kurapika. Honestamente, mi visión sobre la vida recae en la creencia de que es lo suficientemente valiosa para vivirla de la manera más codiciada a nivel personal, sin perder de vista una pizca de nobleza hacia los otros, por supuesto."
Kurapika despertó, abrió los ojos una vez más. Su vigilia ha sido intermitente, él despierta, habla un poco o hace alguna cosa extraña y vuelve a dormir.
-Leorio – el estudiante escucha la voz del rubio, suena cansada, claramente no se ha recuperado por completo, por otro lado, las medias lunas oscuras debajo de sus párpados lo confirman.
-Vuelve a dormir, todavía necesitas reunir fuerzas. Melody ha ido a manejar ciertos asuntos que tu empleador le ha pedido. De todos modos, no creo que tarde demasiado.
Kurapika mira a Leorio hasta que sus labios dejan de moverse debido al diálogo. Su vista va hacia el techo -gracias por la información.
Leorio le sonríe con delicadeza -Estás mucho mejor, la fiebre abandonó tu cuerpo. – Leorio está acomodando sobre la mesa la compresa que hace un segundo estaba sobre la frente del rubio.
-¿Gon y Killua siguen ocupados con el asunto de la subasta? – cuestiona el Kurta tomando una posición diferente en la cama, ahora está sentado. Leorio extendió su mano para ofrecerle ayuda, no fue necesario.
El mayor se encoge de hombros retrayendo el brazo que había extendido -Si, están muy interesados en el juego. Sabes, ellos están preocupados por el asunto de las arañas.
Kurapika mira a Leorio, una chispa roja iluminó la pupila del Kurta al momento de escuchar sobre las arañas, su amigo de pronto se arrepiente de haberlas mencionado. -Ya veo. Entiendo que se sientan de esa forma. – el rubio extiende la mano para tomar una botella de agua colocada sobre la mesa. Leorio se adelanta y la alcanza por él, acercándola un poco más. -gracias, Leorio. – el estudiante sonríe enormemente, el gesto significó "de nada".
Kurapika abre la botella de agua, rueda la tapa y bebe un poco. Limpia sus labios diciendo - Leorio. – comienza, el médico se acerca un poco más a él para escucharlo – Regresaré cuanto antes a trabajar, es mejor si lo hago.
Leorio frunce el ceño, de hecho, ya sabía que Kurapika diría algo como eso, el rubio en ocasiones es tan predecible. Sabe que Kurapika tiene la obligación de proteger a su jefe, después de todo, de intermedio hay un contrato firmado con el magnate de la mafia. El mayor suelta un suspiro. – Lo sé, es tu trabajo, debes ocuparte de ello. – una sonrisa endeble.
-No les digas a Gon y a Killua que me iré, se distraerán de sus obligaciones o tratarán de impedir que me marche de inmediato.
Leorio asintió con la cabeza, su boca no pudo abrirse para decir nada.
-Lamento haberlos metido en problemas. No debí aceptar su ayuda. – dice el rubio colocando las manos sobre su regazo.
-No hay problema, somos tus amigos, haríamos cualquier cosa para apoyar.
Kurapika eleva el rostro, hace un momento se había hundido hacia abajo.
-¿Tú y yo...? – ligeramente aprieta las sábanas con sus dos manos, continua hablando con timidez -¿también somos amigos? – dice con dificultad.
Leorio contiene la respiración por un segundo, ahora responde -Claro, somos amigos. – la respuesta no requirió ninguna clase de entretención, sin embargo, agregó más -Amigos que no son del todo convencionales, supongo.
-¿Lo que ha sucedido entre nosotros es normal para ti? – pregunta Kurapika, un extraño rojo pálido adorna su cara, está mirando a Leorio de soslayo.
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Besar: York Shin
RomanceSeis meses luego de rescatar a Killua de las manos de su familia de asesinos. Leorio, Kurapika, Gon y Killua se reúnen. Sin embargo, dos de ellos ansiaban con más anhelo este nuevo reencuentro.