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~Siete meses después~

- Mi amor, pronto estarás con Papi- susurro mientras acariciaba su vientre de casi nueve meses- perdón que no te pueda dar mucho- sus lágrimas salieron sin poder retenerlas.

Se preguntarán qué fue lo que pasó después de haberse enterado que estaba embarazado. Pues fácil, no pasó nada. Su vida siguiendo siendo igual, seguía viviendo en la calle, peor con la diferencia de que la señora que le ayudó, le traía comida y medicinas para cuidar al bebé.

Se preguntarán por qué no lo llevo con ella, pues debido a que la señora tampoco dispone de muchos recursos y que tiene dos hijos a los que cuidar, no podía darse el lujo de llevarse a un adolescente embarazado a casa. Eso si había días  cuando su marido ni sus hijos estaban presentes traía al joven para que se diese una ducha, mientras ella lavaba su ropa y le preparaba algo comer.

Ahora y el doctor,porque no lo ayudo al escuchar eso, pues es debido a la política que había en el hospital de no involucrarse con pacientes fuera del entorno médico, diréis menuda tontería pero no se podía hacer nada, pero el doctor a pesar de todo se encargaba de hacer revisiones gratuitas al chico, para ver cómo va su bebe, además, de darle algo de dinero siempre que va a consulta para que pueda comprarle cosas a su pequeño para cuando nazca.

Jimin estaba muy agradecido con la señora y el doctor por ayudarlo, eran las únicas personas que lo había cuidado y ayudado, sin esperar nada a cambio. Asimismo, entendía la situación de que no le pudiesen llevar a sus casas, lo último que deseaba era ser una carga para ellos, demasiado hacían por él.

El pequeño rubio intentó buscar trabajo al ya no estar tan sucio y verse medianamente bien por la comida que le traía la señora Sunmi. Pero siempre que iba, le decían que no. Ya sea por que no tiene experiencia o por estar embarazado.

Hoy va a visitar un restaurante que le recomendó Sunmi, para ver si le daban trabajo, ya que lo podía aspirar a un trabajo mucho más alto, porque no había terminado o si quiera empezado, sus estudios universitarios.

-Bebe tienes que cruzar los dedos conmigo dentro de mi barriguita. Para que haya suerte y consiga el trabajo, y con eso cómprate todos lo que te mereces- dijo con una sonrisa, levantándose de la caja de cartón que estaba situada en un callejón sucio y oscuro. Ya que ese era el único lugar que encontró esta semana, porque siempre tenía que cambiarse, ya sea porque hay hombres  que intenta sobrepasarse con él o porque la policía le eche de ese lugar como es el caso del parqué.

Jimin se dirigió al restaurante que le había recordado la mujer. Estaba un poco nervioso y tenía pocas esperanzas de conseguir el trabajo y menos con casi nueve meses de embarazo. Ya lo habían rechazado de más de diez trabajos, sin ni siquiera darle la oportunidad.

Al llegar a la dirección, se dio cuenta de que se trataba de un pequeño restaurante, no muy bonito , pero si muy cálido. Dio unos pasos hasta acercarse al mostrador, donde se encontraba una anciana muy bajita, hasta más que él, preparando comida.

-H..Hola- saludó nervioso y llamando la atención de la señora.

- Buenas joven, en que le puedo ayudar- pregunto la señora sonriente.

- Ve..vengó por el puesto de trabajo- dijo y agachó la cabeza.

- Oh! De verdad pues me alegro mucho, porque ya me hacia falta un poco de ayuda. Que te parece si no estás muy ocupado hacer la prueba hoy- pregunto la señora mayor - A por cierto ¿como te llamas, cariño?, Yo me llamo Kim Jennie y mi marido que seguir que te lo cruzaras en algún momento se llama Kai.

-Mucho gusto señora Kim, yo me llamo Park Jimin- intentó hacer una reverencia pero le fue un poco complicado con su barriga- me encantaría poder hacer la prueba hoy- dijo felizmente, peor a Jennie no s ele pasó desapercibida la gran barriga que tenía el pequeño.

- El gusto es mío Jimin- le devolvió la reverencia- Por cierto, veo que estás esperando un bebé, de ¿cuantos meses estas?- pregunto enternecida por lo adorable que se veía el muchacho con su barriguita.

Jimin al escuchar su pregunta supo que no lo iban a coger para el trabajo, por lo que se decepcionó un poco, porque eran las únicas personas que le dieron la oportunidad de por lo menos hacer una prueba.

- E..Estoy de casi nueve meses- dijo susurrando y triste.

- Wow, pues debes estar muy emocionado con la llegada de tu bebé- dijo y Jimin asintió mirando su vientre- eso sí, si trabajas lo tienes que hacer sin demasiado esfuerzo, lo ultimo que quiero es que le pase algo a tu bebé o a ti.

El rubio al escuchar eso se le iluminaron los ojos, no esperaba que le fuese a dar una oportunidad después de descubrir su embarazo.

- Muchas gracias por la oportunidad - hizo una reverencia lo más que pudo y puso una gran sonrisa, que enterneció a la mujer.

- Cariño, no es ninguna oportunidad, olvídate de la prueba- dijo haciendo que el corazón de Jimin dejara de latir- el trabajo es tuyo, tu necesitas dinero y yo necesito ayuda, así que bienvenido seas.- extendió sus brazos para darle un abrazo, al cual el rubio correspondió con mucha felicidad.

Ahora ya tendría el dinero para alquilar una habitación por lo menos para cuidar a su hijo y comida con la poder alimentarse y alimentar a su bebé. Estaba tan contento que no cabía en sí de la felicidad que sentía.

🌟
Este capítulo es completo de Jimin en el siguiente aparece Jungkook.
Gracias por leer mi historia y espero que os guste 🥰

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