Cap III: El escondrijo.

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Aquel medio día hacía buen tiempo, era soleado y se percibía una suave brisa refrescante. Marchaba hacia las afueras del pueblo, iba al bosque a desconectar de todo lo que me rodeaba.

Me adentré en el bosque. Había una casa en ruinas, ahí es donde nos refugiabamos mis amigos del pueblo y yo, este era el único escondrijo hallado en los 2'7 km² de extensión el pueblo.

El único problema de este pueblo era que solo podíamos estar en la zona oeste, ya que en el este habitaba el bando enemigo, unos malnacidos a los que nos enfrentamos cada año en el festival de música del pueblo, menos ese día, suelen destrozarlo todo, mi abuelo, aún siendo el alcalde, no hace nada al respecto.

Me acomodé en la única hamaca que teníamos, saqué un libro para leer, se titulaba Un Capitán de 15 Años ,de Julio Verne. Mi abuelo me lo regaló cuando cumplí los 15, pero, nunca llegué a leerlo, ya que estaba liado con los de Harry Potter y El Señor de los Anillos.

                      * * * * * * * * * * * *

Tras pasados tres cuartos de hora llegó Alek, a la misma hora de siempre, mientras tanto, había leído cinco capítulos. Él se aproximó a mí, dejó su mochila en el suelo y se sentó, permaneció en silencio durante un instante.

---¡Ey!  Zack, qué haces.

---Leer, o es que no lo ves.

---Ya, pero qué estás leyendo.

---Julio Verne.

---Puedo deducir que no te cansas de la ciencia ficción.

---La verdad es que no. Y tú, qué te cuentas.

---Pues que es tu cumpleaños, cacho pan. -Dice riendo y despeinándome con su mano fuertemente. ---Felicidades, capullo.

---Gracias, supongo.

---Toma, tengo un regalo.---Dijo sentándose al lado mío y ofreciéndome el regalo, pero antes añadí un último comentario.

---No me estarás tomando el pelo otra vez, ¿no?

---No, de verdad que no. Esta vez no es una broma, ya tuviste suficiente el año pasado con la bomba fétida que hice con Charlie. ---Dijo riendo a carcajadas y entregándome el regalo a la fuerza.

Era una caja de cartón de pequeño tamaño, la abrí lentamente, resultaba ser una medalla de la RAF de 1918. Era un ejemplar con un pulido de una precisión inexistente, era realmente hermosa, la luz del sol se reflejaba en su plateada superficie.

---Muchísimas gracias tío, de verdad.

---No me las des. Venía a darte lo que es tuyo.

---Le miré un tanto confundido y le pregunté.

--- ¿Mío?

---Sí, entré a tu casa la semana pasada y encontré eso en el desván.

---Ah. O sea que me has robado para devolvérmelo.

---Así es. ---Dijo mientras nos mirábamos fijamente a los ojos con seriedad. Acabamos ríendonos a carcajadas durante unos instantes, unos 7 segundos sin parar.

---Espera, cómo...---Le dije tras acordarme de un dato que no tuve en cuenta en su momento.

---Dónde dices que lo encontraste.

---En el desván. ---Tras escuchar eso, pálido y con un nivel de estupefacción de gran magnitud quedé ante él durante varios segundos.

---Qué ocurre.

---Nunca he entrado al desván.

---No sé. Estaba abierto, y decidí entrar.

---Espera, ¿cómo?¿El desván estaba abierto? ¿Y el laboratorio?

---Eh, sí, el desván estaba abierto, es más, la puerta estaba sujeta con un pestillo de suelo. Pero no vi nada parecido a un laboratorio, ni si quiera bajé al piso de abajo, salí por la ventana. Y Tío, ¿tienes un laboratorio en casa?

---Respiré hondo mientras me colocaba la medalla y le contesté diciendo.

---Vamos al desván o qué.

---Pude percibir una sonrisa traviesa  en su rostro mientras fumaba un cigarrillo. Nos pusimos de pie, tiró el cigarro al suelo y lo pisó.
Ambos pusimos rumbo a mi casa.

              * * * * * * * * * * * * * *

En el laboratorio.

---Normal que hoy no esté Católico don Ignacio, y espero que nunca lo esté, porque se supone que practicamos el judaísmo.

---Es verdad, Mery. Se me olvidaba eso, tantos años en España que ya ni me acordaba. ---Se quedó en silencio y continuó. ---Ni de la Guerra Civil... . Que mal tener que irnos de allí. ---Dijo mientras agarra la funda de la guitarra.

---Un buen lugar en el que vivir, pero ahora estamos seguros en Polonia, en nuestro propio refugio, con la pila de años que llevamos construyendo defensas en el pueblo.

---Ay... ---Suspiró Ignacio, se le notaba un tanto preocupado, Mery se percató de esto y le contestó. ---Dijo tras haber abierto la funda y haber cogido la guitarra eléctrica.

---Ahora respóndeme, ¿A qué viene esa cara de pena?---Tras lanzar la pregunta, Ignacio estuvo pensativo mientras el ambiente estaba en silencio total, Mery esperaba una respuesta y eso fue lo que le dió el Abu.

---Una semana, por el norte, no puedo fijar un día que sea seguro. ---Una contestación rápida, concisa y contundente. ---Dijo mientras afinaba la guitarra.

---Vaya... . No me esperaba que llegase este momento. Entonces tenemos que activar la operación lo antes posible, ¿no es así?

---Hoy, se lo entregaremos  como regalo de cumpleaños en cuanto vuelva. ---Dijo mientras se levantaba a la par que soltaba la guitarra en la mesa.

---Pues que así sea, preparemos esto y después empecemos con lo del festival de la semana que viene.

---No te preocupes por el festival, sí que habrá. Es mas, este año será especial.

---Ah, ¿sí?, Por qué. A qué se debe este cambio sin previo aviso, ya sabes que no me gustan las sorpresas.

---Este es el previo aviso, y sí, porque tocaremos para esos hijos de puta. Que sea lo que Dios quiera. ---Dijo mientras agarraba el micrófono y lo ponía cerca suya.

---Otra vez con lo mismo, eres un caso don Ignacio.

---Juro que no lo hago a propósito.

---Dijo mientras posicionaba el micrófono y volvía a por la guitarra, ya posicionado, le dijo a Mery.---¿Te apetece practicar?

---Por supuesto que sí, vamos a reventar a todos los concursantes y lo sabes don Ignacio.---Dijo mientras se sentaba en el piano, los dos, listos para comenzar las últimas prácticas antes del festival.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2022 ⏰

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