- Hyuckie hyung, ¿por qué hay tantas cosas que no entiendo? -
Donghyuck apartó su mirada del almuerzo que estaba preparando y miró a su hermano menor.
- Aún eres pequeño, Jaemin. -
- ¿Y por qué papi Jaehyunnie no viene a visitarnos? - El castaño apoyó sus manos y miró hacia la mesa sin hacer o decir nada. - ¿Donghyuck? -
- ¿Quieres chuches? Compré chuches para ti. -
- ¡Sí, gracias! -
Los dos hermanos fueron al sofá para sentarse y comer chuches juntos y tranquilos, disfrutando de la compañía del otro.
- ¿No estás haciendo la comida? Tengo que irme a trabajar dentro de poco. -
- Si tienes tanta prisa háztela tú, Jeno. -
Jaemin, al escuchar el nombre de su hermano mayor, salió corriendo para abrazar sus piernas.
- ¡No te vayas, hermanito! ¡Me prometiste que jugaríamos juntos al Super Mario! -
Jeno se agachó para limpiar las lágrimas de su hermanito y le dio un abrazo. - No llores, pequeño. Sabes que hago lo que sea para poder estar contigo, pero los trabajos me tienen muy ocupado. -
- ¡Deja uno de los trabajos! ¡Con uno es suficiente! -
- En nuestro caso no, Jaemin. Necesitamos dinero para... - Donghyuck lo miró acusatoriamente, pero aquello le dio igual. - Para no endeudarnos y que nos echen de aquí. -
- ¡Jeno! -
El pelinegro se encogió de hombros al ver el enfado de su hermano de dieciséis años, el cual abrazaba a un confundido, herido y pequeño rubio.
- Ignora lo que te dijo, ¿vale? Ven, vamos a seguir haciendo la comida. -
...
Jeno miraba como los dulces pasaban por la cinta hasta llegar a él, que tenía que meterlos en las cajas y ponerles la pegatina para luego mandarlas de nuevo a otra cinta. Era un trabajo de mierda con un sueldo de mierda, pero no le quedaba opción. Era un chico de veintiún años que no había ido a la universidad y no podía aspirar a mucho más.
- Hoy Yukhei se quedará a cerrar la tienda, ¿no? - Jeno asintió, viendo como su compañero Mark suspiraba de alivio y metía más dulces en más cajas. - Menos mal, hoy tengo una cita. -
El canadiense recordó algo y tragó saliva mientras sentía como su compañero le daba un leve codazo en el hombro. - ¿Quién será, alguien del pueblo? -
- Sí... Una chica, llegó hace poco. -
Jeno frunció su ceño. No recordaba que hubiese llegado una chica nueva al pueblo, y si hubiese sido una chica bonita se habría dado cuenta enseguida.
Se limitó a asentir y seguir con su trabajo....
Cuando Jeno llegó a casa a eso de las diez de la noche, no había nadie. Sólo Taeyong encerrado en su habitación y Jaemin durmiendo en la suya. Se extrañó al no encontrar a su hermano mediano por ningún lado de la casa, sabiendo que a este le gustaba ver televisión hasta que él llegase. Pero cuando escuchó sonidos extraños provenientes del cuarto de este entendió todo.
Esperó sentado en el sillón intentando no ir y abrir la puerta de la habitación de golpe. Alguien estaba teniendo sexo con su hermano y él no podía permitirlo, pero iba a ser peor si interrumpía.
Después de un rato escuchó la puerta ser abierta y subió las escaleras, escuchando la voz de quien quiera que estuviese ahí hablando.- Sí, te llamaré en cuanto pueda. -
Se sorprendió al encontrar a Mark, su compañero de trabajo que tenía su misma edad (por lo cual, era mayor de edad) hablando con su querido hermano.
- ¿Tú qué haces aquí? ¿Acaso no sabes que mi hermano es menor? -
- Yo-. -
- Vete de aquí, ¡ahora! -
Sentía los débiles golpes de su hermano en su espalda, pero a él le importaba más ver como el canadiense se marchaba de la casa, y esperaba que para siempre.
- ¿Qué se supone que haces? - Dijo Donghyuck, que sólo llevaba puesta una camisa que le llegaba hasta por encima de la rodilla que le pertenecía a Mark.
- ¿Qué se supone que haces tú? Estabas follando con un adulto, tú aún eres un adolescente. -
- ¿Y qué? Yo hago con mi vida lo que quiera. Además, me siento muy solo y un poco de amor no me viene mal. -
- Eso no es amor, es sólo sexo. -
- ¡Tú no sabes nada! -
El castaño cerró de un portazo su habitación y Jeno no pudo hacer nada más que suspirar. Conociendo lo terco que era su hermano, no iba a entrar en razón hasta dentro de mucho.
- ¿Qué ha sido ese golpe? - Jeno tragó saliva al encontrarse con el hombre que le había dado la vida en el mismo lugar.
- Cosas de Donghyuck, ya lo conoces. -
Taeyong asintió y la casa se llenó de un silencio muy incómodo. La tensión se podía cortar con un cuchillo.
- Tengo una pregunta. ¿Sigues sin mostrar tus sentimientos a los demás? - Jeno podía notar que su padre estaba borracho por como hablaba y por como olía. - Recuerdo que cuando Jaehyun nos abandonó tú fuiste el que más lloró. Lloraste incluso más que Jaemin, eras como un bebé. Estoy seguro de que en el fondo sigues siendo igual de llorón. -
- Lloré porque era el que más conexión tenía con él y el que más entendía la situación. Sabía que no iba a aparecer por mucho tiempo. -
Jeno notaba sus lágrimas a punto de caer y veía como Taeyong esperaba por esto, cosa que no le iba a permitir. Iba a enseñarle que era más fuerte de lo que creía. Por suerte, Donghyuck abrió la puerta.
- Ya puedes pasar a dormir. - Dijo. Los dos compartían cuarto.
Jeno le agradeció y pasó casi corriendo, cerrando la puerta detrás suya. Donghyuck y el mayor se quedaron mirándose de forma juzgadora pero sin decir ninguna palabra.
- Adelante, di algo. - Habló el menor. - Sé que lo estás deseando. -
- Deberías aprender a cerrar las piernas de una vez, luego te abandonará y te dejará solo y con un bebé. -
- Por suerte nosotros sabemos lo que es un condón. Y de todas maneras seguro sería mejor padre que tú. -
Aquello le dolió mucho a Taeyong. Le dolió tanto, que tiró del brazo de su hijo y lo llevó hacia el baño. Comenzó a llenar la bañera agarrando con fuerza a su hijo mientras lágrimas brotaban de sus ojos.
- ¡Suéltame! ¡Quiero irme con papá Jaehyun y con Doyoung! -
Aquello le dolió el doble. A Jaehyun sí lo llamaban papá, pero a él no. No esperó más y cortó el agua cuando la bañera estuvo lo suficientemente llena. Tomó del cabello a su hijo y metió su cabeza en el agua, viendo como agitaba sus piernas y gritaba en esta.
Finalmente lo soltó cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo. El rostro de Donghyuck estaba rojo y las lágrimas no paraban de brotar de sus ojos. - Hyuck, yo... lo siento mucho. -
El castaño salió corriendo para encerrarse en la habitación mientras Taeyong se miraba en el espejo y se repetía: - ¿Qué has hecho, Lee Taeyong? -
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DOLLHOUSE ──── NCT
FanfictionLa familia Lee era la familia perfecta a ojos del vecindario, pero ellos no sabían lo que realmente pasaba en su hogar. Un padre alcohólico. Un padre que no podía ver a sus hijos. Un hijo aparentemente sin sentimientos. Un hijo que sólo quería ser a...